Uno de los puntos más interesantes en todo el ámbito de Grandes Ligas para la temporada 2025, es el cambio de posición que realizará José Altuve con los Astros de Houston; luego de 14 temporadas establecido como el segunda base regular, a partir de este calendario pasará a jugar en el jardín izquierdo.
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Diversas son las razones que conllevaron a esa decisión; el mismo proceso de ajustes que ejecuta el conjunto sideral, así como la necesidad de ejecutar la movida basados en las estadísticas que “Astroboy” dejó en la intermedia durante los recientes tres años.
En ese lapso, el rendimiento defensivo del nativo de Venezuela mostró dos caras divergentes en dos renglones; su porcentaje de fildeo fue más que aceptable: .979, .975 y .989, con ese último apuntaló el apartado en la Liga Americana.
Pero en una estadística sabermétrica, estimada por consenso como amplia, precisa sobre las facultades para el fildeo, positivas o negativas, quedó en un performance deficiente de modo notorio. En promedio de carreras defensivas salvadas (Rdrs, por sus siglas en inglés), arrojó -15, -13 y -13 de nuevo.
Dada la importancia de la segunda base como parte de la línea central, los Astros necesitaban hacer algo al respecto, más cuando la cifra media del apartado, para todos los camareros en el mismo rango de tiempo mostró -5, 7 y 6.
MLB – José Altuve – Astros de Houston – Grandes Ligas
Tras 14 años es natural pensar que un cambio de posición, aunque sea necesario, conllevará un proceso de adaptación complejo; es posible que eso ocurra con José Carlos, pero el alto mando del equipo, y el propio Altuve, se han mostrado optimistas. Se trata de algo que requerirá tiempo, solo quedan ver los resultados tangibles.
Para otros tantos esa movida también es cuestionada por el hecho de que en las Mayores, el dorsal 27 jamás jugó fuera del cuadro interior, y lo que es más, siquiera durante su ciclo en Ligas Menores. Esos son detalles que dan fuerza al argumento de que esto puede ser perjudicial, tanto para el pelotero como para el equipo, además de que es particular jugar en el leftfield del Minute Maid Park, dadas las dimensiones de esa área junto a su elevada pared.
Son detalles que están ahí, pero tampoco las partes pueden frenarse, no atreverse a emprender por temor al cambio. Puede que le vaya mal, pero también puede irle bien, al menos ser un guardabosques promedio y sobre el asunto sabe Craig Biggio.
El ahora Salón de la Fama pasó por la misma transición; comenzó como cátcher, por cuatro años, luego fue trasladado a segunda base donde estuvo 11 campañas, y posteriormente a los jardines. Ahí del mismo modo se mostró ambivalente, su porcentaje de fildeo quedó en .983 pero en Rdrs totalizó -18.
Que la estadística diga que a Biggio no le fue bien, tampoco quiere decir que Altuve terminará igual; lo cierto es que el propio inmortal manifestó confianza en que su sucesor tendrá éxito, y esas palabras son un importante impulso anímico.