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¿Te imaginas ser un lanzador abridor en las Grandes Ligas, lanzar ocho innings de tan solo tres hits y una carrera limpia, además de nueve ponches, y a pesar de eso llevarte la derrota? Bueno, esto fue exactamente lo que le sucedió a Hunter Brown, serpentinero de los Astros de Houston, en la noche de este jueves 15 de mayo.
El derecho de los siderales tuvo una de las mejores actuaciones de su joven carrera en Las Mayores, pero no le bastó para derrotar a los Rangers de Texas, que tuvieron en la lomita a un inmenso Jacob deGrom que, curiosamente, lanzó también una joya de pitcheo a lo largo de 8.0 entradas, en las que recibió cinco imparables pero sin permitir ni una sola rayita.
Tan impresionante fue el duelo que nos regalaron estos dos lanzadores diestros que, según las estadísticas que tenemos a la mano, este enfrentamiento quedará en la historia como uno de los mejores duelos de pitcheo de los que se tienen registros.
Duelo para el recuerdo entre Brown y deGrom
Y es que, como bien resalta OptaSTATS, desde que se empezaron a registrar los pitcheos en el año 1988, el enfrentamiento entre los Astros de Houston y los Rangers de Texas es el primer juego en la historia de las Grandes Ligas en los que ambos abridores cumplieron con los siguientes hitos:
- Lanzaron ocho o más innings
- No permitieron más de una carrera
- Poncharon a siete o más bateadores
- Lanzaron menos de 100 pitcheos
El juego, como es de esperarse, culminó por pizarra de 1-0 en favor de los Rangers de Texas, gracias a un jonrón solitario de línea conectado por Jake Burger en la parte baja del sexto episodio, siendo esta la única rayita permitida por Hunter Brown en su fantástica actuación, en donde no se llevó el triunfo, pero nos dejó un duelo memorable ante un titán del pitcheo como Jacob deGrom.
