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El joven receptor venezolano Francisco Álvarez vivió un momento de tensión el martes, 15 de abril, mientras disputaba un encuentro con los Binghamton Rumble Ponies, filial Doble A de los Mets de Nueva York. Durante uno de sus turnos al bate, recibió un fuerte pelotazo directamente en su mano izquierda, la misma que fue operada recientemente tras una lesión que lo apartó de los diamantes durante varias semanas.
La escena generó preocupación inmediata tanto en el cuerpo técnico como en los aficionados, quienes temieron una recaída en su proceso de rehabilitación. A pesar del evidente dolor, Álvarez logró mantener la compostura y avanzó hasta la primera base por sus propios medios, lo que dejó entrever su determinación por regresar al máximo nivel cuanto antes.
Afortunadamente, poco después del encuentro, el mánager del equipo grande, Carlos Mendoza, se encargó de calmar los ánimos al declarar que el receptor se encuentra bien y que el pelotazo no alterará el curso de su recuperación. La noticia trajo alivio a la organización y a los seguidores del club neoyorquino, quienes ven en Álvarez una de las piezas clave para el futuro inmediato de los Mets.
Más allá del susto, Francisco demostró que está repleto de ganas por volver al Big Show y tuvo una gran jornada el miércoles, 16 de abril, lo que exhibe que no hubo problemas con el pelotazo del día anterior.
La actuación de Álvarez tuvo aspectos positivos. Se fue de 4-1 con un sencillo productor de dos carreras y sumó una base por bolas, pero fue su labor defensiva la que realmente brilló. El venezolano sacó a dos corredores en intento de robo.
Aunque no hay una fecha exacta para su regreso al equipo de las Grandes Ligas, se espera que continúe su proceso de rehabilitación en Triple-A con el Syracuse Mets próximamente. De acuerdo con SNY Mets, la organización quiere asegurarse de que pueda asumir el rol de receptor en juegos completos durante jornadas consecutivas, además de mantener un ritmo competitivo al bate.