Cada vez son menos los días para que la temporada 2024 de las Grandes Ligas suba su telón. Mientras eso sucede, los Mets de Nueva York siguen su andar con los entrenamientos primaverales de la mano de Carlos Mendoza, manager que tendrá su primera experiencia en el mejor beisbol del mundo.
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Para esta campaña, la presión sobre el conjunto de Queens no es tan pesada como sucedió el año pasado, algo que ha influido de manera positiva en los jugadores. Si bien la consigna es trascender, lo primero que quieren es armar un gran ambiente fuera de los terrenos de juego.
En ese sentido, la dirigencia de los Mets apostó fuerte por el venezolano para que asumiera el mando del grupo y no ha desentonado. En pocas semanas de Spring Training se ha notado su influencia en todos los sentidos, al punto de generar buena vibra entre los jugadores, fanáticos y allegados al equipo.
Durante el pasado jueves, el exgrandesliga Edgardo Alfonzo estuvo presente en el juego que disputaron Nueva York y los Nacionales de Washington. Allí, el canal SNYtv quiso preguntarle varias cosas sobre su compatriota.
"Me sentí bastante orgulloso cuando le dieron el trabajo, y ahora creo que será emocionante tenerlo por allí durante todo el año. Él conoce muy bien Nueva York porque estuvo del otro lado, así que tendrá una gran oportunidad de hacer algo grande para los Mets", apuntó.
Otra de las preguntas que le hicieron tuvo que ver con aquello que no había descubierto hasta ahora de Carlos Mendoza. Y es que el larense se ha caracterizado por su carisma y tranquilidad, ya sea al momento de hacer entrevistas o cuando está lejos de los terrenos de juego.
"Creo que tiene un buen caracter, se ve que es una persona tranquila, pero tiene un caracter rudo. Pienso que es la persona ideal para que maneje a este grupo, que se lleve bien con los jugadores y a la misma vez sea firme con ellos", destacó Alfonzo.
Vale recordar que Mendoza formó parte de la organización de los Yankees de Nueva York por más de una década. De hecho, en las últimas temporadas se convirtió en la mano derecha del manager Aaron Boone, quien no dudó en apoyarlo cuando le ofrecieron el cargo al otro lado de la ciudad.