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Sorpresa en el mundo de las Grandes Ligas. Este miércoles 14 de febrero se dio a conocer oficialmente que el proceso de arbitraje salarial entre Luis Arráez y su organización, los Marlins de Miami, se decidió en favor del equipo, por lo que el criollo no cobrará los 12 millones de dólares que había solicitado, sino que percibirá 10.6 millones, que fue lo ofrecido por la organización.
El proceso del arbitraje salarial puede lucir complicado, pero en realidad es sencillo. Durante los primeros seis años de carrera de un pelotero, los equipos tienen control sobre su contrato. En los primeros tres años, la organización decide el sueldo, mientras que en los otros tres el jugador tiene derecho a solicitar arbitraje salarial si cree que su rendimiento amerita más dinero del ofertado.
Al tener en cuenta lo anteriormente expuesto, es lógico que cause sorpresa ver que un jugador que ha sido campeón bate en años consecutivos (y en ligas distintas) no valga al menos 12 millones, según los responsables de su audiencia. Eso sí, hay que decir que sí existen argumentos que pueden dictaminar que el jugador valga menos de lo que se piensa, por lo que hay que analizar para poder responder la gran interrogante: ¿Debió ganar Luis Arráez su arbitraje salarial?
Un bateador valioso:
Al hablar de Luis Arráez, la mayoría de los que se resisten a él tienen un argumento que sin duda es bastante sólido y no puede ser minimizado: el criollo no es un bateador acostumbrado a batear extrabases, y por ende, le cuesta producir carreras.
En la temporada 2023, ciertamente Arráez fue campeón bate con .354 de promedio y 203 hits conectados, pero de esos imparables, tan solo 43 fueron extrabases. Hubo más de 100 jugadores que batearon más extrabases que Arráez en la temporada, y además, quedó de 91 en la lista de líderes en impulsadas, con 69 carreras fletadas.
No cabe duda, estos son argumentos que le juegan en contra al venezolano, pero quedarse solo con eso a la hora de analizar su rendimiento sería bastante injusto. "La Regadera" dejó una buena línea ofensiva de .354/.393/.469/.862. Su promedio de .354 sirvió para que ganara su segundo título de bateo al hilo.
Pero evidentemente, al no batear tantos extrabases, Arráez se ha ganado la fama de ser solo un "bateador de sencillos", algo a lo que incluso mucha gente se refiere con desprecio. Ante esta situación, vale la pena revisar el rendimiento del criollo en las principales estadísticas ofensivas usadas en Estados Unidos: OBP, OPS, OPS+, wOBA y WAR.
OBP. El porcentaje de embasado es, sin duda alguna, una de las grandes fortalezas de Arráez, que tuvo un OBP fantástico de .393, el octavo mejor de todas Las Mayores, algo lógico si tenemos en cuenta que dio más de 200 hits y que se ponchó en tan solo 35 ocasiones.
OPS. Una de las estadísticas más usadas es la que suma el porcentaje de embasado con el slugging, para así determinar la calidad y frecuencia de los batazos de un pelotero. El OPS de .862 de Arráez estuvo entre los 15 mejores de la temporada, algo sumamente meritorio si tenemos en cuenta que esta estadística le da un gran valor al slugging, y que el criollo tan solo conectó 10 cuadrangulares.
OPS+. El OPS+ es basicamente un ajuste que se le hace al OPS para ajustarlo a los factores de cada estadio y a los promedios de la liga. 100 es el número base, y Arráez consiguió un OPS+ en 2023 de 133, lo que significa que estuvo un 33% por encima del promedio en esta estadística. Ante esto, no hay mucho más que añadir.
wOBA. Otra gran métrica para evaluar la ofensiva. El wOBA es un ajuste al porcentaje de embasado que le asigna un valor específico a cada evento ofensivo, para reflejar las posibilidades de que dicha jugada termine en anotación. El wOBA promedio es de .320, y Arráez registró .369, para estar entre los 15 mejores de esta estadística en 2023.
WAR. Ya es bien conocida esta estadística en el mundo del beisbol, que sirve para determinar las victorias que un jugador genera por encima de su reemplazo. En este rubro, el criollo registró un WAR de 4.9, que demuestra que en efecto es un jugador importante.
En definitiva, vemos que Arráez destaca en cada una de las estadísticas con las que se mide la importancia de un jugador con el bate, así que es totalmente incorrecto encasillarlo como un "bateador de sencillos", y está claro que 10.6 millones no refleja lo que aporta.