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En el mundo de las Grandes Ligas, donde los jonrones suelen acaparar titulares y se celebran como uno de los mejores momentos de este hermoso deporte, hay una estadística que pocos conocen, pero que destaca por su particularidad.
Hablamos de Miguel Rojas, el destacado pelotero venezolano de los Dodgers de Los Ángeles, conocido por su destreza defensiva, pero cuya carrera presenta un dato curioso que lo hace ser parte de un grupo único: nunca ha conectado un jonrón hacia la banda contraria.
En 11 temporadas en las Grandes Ligas y con 50 jonrones en su haber, "MiggyRo" ha mostrado su capacidad para sacar la pelota del parque, pero de una manera bastante singular. De esos 50 cuadrangulares, 48 han sido hacia el jardín izquierdo y solo 2 han sido por el centro del diamante.
A pesar de la considerable cantidad de jonrones que ha conseguido, Rojas nunca ha logrado conectar uno hacia el jardín derecho, la zona contraria para un bateador derecho como él.
Aunque su potencia ofensiva no es su principal atributo, Miguel Rojas es un pelotero que se ha ganado el respeto por su grandioso trabajo defensivo. Su guante es su verdadera herramienta de excelencia, lo que le ha permitido destacarse en la posición de campocorto.
Lo curioso es que Rojas no está solo en este club exclusivo de peloteros que, por diversas razones, nunca han podido conectar un jonrón hacia la banda contraria. Otros jugadores notables que comparten esta particularidad incluyen a Isaac Paredes (con 72 jonrones), Vinnie Pasquantino (38 jonrones) y Brendan Donovan (30 jonrones). Ninguno de estos peloteros ha logrado mandar la pelota por el centro del diamante, convirtiéndolos también en miembros de este selecto grupo.
En el caso de Rojas, esta anomalía puede atribuirse a su estilo de bateo, que se centra más en la técnica y el contacto, que en la pura fuerza. Es un bateador que busca producir en situaciones clave, moviendo las bases y ayudando en la parte estratégica del juego, más que en exhibiciones de poder.