Cada vez resulta más difícil creerle a Christian Walker cuando dice que su sobrecarga de poder en el Dodger Stadium es solo una de esas extrañas hazañas del béisbol de Grandes Ligas. Especialmente cuando la siguiente vez que batea, la pelota se eleva 435 pies. Y luego, dos entradas después, batea otra pelota por encima de la cerca.
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Walker conectó un jonrón en la primera entrada de la victoria de ayer 9-3 sobre los Dodgers, su cuarto de la serie de tres juegos. Volvió a aparecer en el tercer inning y conectó un jonrón al jardín izquierdo. Le tomó dos turnos al bate para lograr su segunda actuación consecutiva de varios jonrones con jonrones en tres turnos al bate consecutivos.
“Lo he visto encenderse así antes, pero nunca como esto”, dijo el manager Torey Lovullo. “Tiene un swing de béisbol puro y no falla el lanzamiento que busca. Sé que claramente disfruta bateando en este entorno y nos llevó al límite. Probablemente no haya un fanático más grande de Christian Walker que yo, porque sé lo que ha hecho para llegar a este punto”.
El conteo de jonrones del veterano contra los Dodgers en 2024 aumentó a nueve en nueve juegos, siete en seis juegos en el Dodger Stadium. Mejor aún, Walker ha bateado un jonrón en cinco juegos consecutivos en Los Ángeles, lo que lo coloca en una rara compañía históricamente en MLB.
Único en la historia
El Dodger Stadium se inauguró en 1962, y es el único visitante en su estadio actual con una racha de poder como esta. Su total de jonrones en su carrera en el Dodger Stadium aumentó a 19 en solo 42 juegos (45%).
“Tengo menos para ti que anoche”, bromeó Walker sobre por qué trae este nivel de poder a Los Ángeles. “Es una locura. Sin palabras”.
“Sé lo suficiente sobre este juego como para tratar de minimizar la montaña rusa, tomar lo bueno, apreciar lo bueno, pero este juego es difícil todos los días, así que simplemente trato de ser realista sobre las expectativas y tratar de mantener el proceso y luego, con suerte, seguirán sucediendo cosas buenas”, indicó Walker.