En el mundo del beisbol, particularmente en Grandes Ligas, muy interesantes, curiosos, jocosos son varios de los apodos acuñados a diversos personajes en el trayecto de la narrativa histórica.
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George German Ruth fue el “Babe”, el “Bambino” Lou Gehrig el “Caballo de Hierro”, Ted Williams “The Kid”, Alfonso Carrasquel el “Chico”, Luis Aparicio el “Pequeño Luis”, Isaías Chávez el “Látigo”, Baudilio Díaz el “Cambao”, Reggie Jackson el “Señor Octubre”, Andrés Galarraga el “Gran Gato”, Carlos García el “Almirante”, Omar Vizquel “Kike” o “Manos de Seda”, Ken Griffey Jr. también el “Kid”, Bob Abreu el “Comedulce”, Francisco Rodríguez el “Kid”, Johán Santana el “Gocho”.
Cuidado si se hace necesaria un libro tan extenso como una enciclopedia para enumerarlos a todos.
El caso que focalizaremos en esta ocasión corresponde a Carlos Carrasco, en el presente, uno de los lanzadores más experimentados de las Mayores, con 16 temporadas en su brazo de lanzar, 12 con Indios-Guardianes de Cleveland, 3 para Mets de Nueva York y el actual que comienza con Yankees de Nueva York.
MLB – Carlos Carrasco – Grandes Ligas – Apodos
Mientras dábamos una acostumbrada vuelta por la red social X, encontramos un tuit sustancioso por parte de Bryan Hoch, reconocido periodista, analista de la MLB y quien cubre las incidencias de los Bombarderos del Bronx.
En este sentido, menciona la razón por la que al nativo de Venezuela se le apoda “Cookie”; señala que el también serpentinero Chris Pérez, compañero de Carrasco en Cleveland entre 2009 y 2013, en una oportunidad lo vio comiendo galletas con leche en el vestuario de los anteriormente aborígenes de la Liga Americana.
Ese pequeño detalle bastó y sobró. Ha perdurado en el tiempo y tiene al menos poco más de una década. Algunas cosas llegan para quedarse, también ocurre en el mundo de los bates, guantes y pelotas.
