Josué Porras Estebanot / @josuedporras
Los Yankees de Nueva York están viviendo una temporada que sin duda es negativa en todos los sentidos. El equipo neoyorquino siempre está llamado a pelear por ganar la Serie Mundial, sin embargo, esta campaña ni siquiera parece seguro el cupo en la postemporada.
Actualmente, Los "Bombarderos del Bronx" se encuentran 4.5 juegos por debajo del comodín, y son cuartos en la División Este de la Liga Americana, en donde están siendo superados por los Azulejos de Toronto, los Rays de Tampa Bay y por los líderes de toda la Americana, los Orioles de Baltimore.
La temporada sin duda está siendo bastante mala, pero pese a eso, los Yankees se mantienen con vida, gracias en parte al aporte del criollo Gleyber Torres, quien además resulta ser una especie de talismán para su equipo cada vez que conecta cuadrangular.
Lea también: MLB: Los números de Jorge Soler lo empujan a buscar su último gran contrato en la agencia libre 2024
Cuadrangulares decisivos
En lo que va de campaña, Gleyber Torres acumula 18 cuadrangulares, siendo el segundo toletero de los Yankees con más cuadrangulares en todo el 2023, solo por detrás de Aaron Judge, que ha conectado 20 batazos de vuelta completa.
Lo curioso de todo es que el segunda base criollo ha conectado vuelacercas en 17 encuentros (tuvo un juego con dos cuadrangulares), y en esos 17 juegos, los Yankees tienen récord de 13 victorias y tan solo cuatro derrotas.
Foto: AP
Pero los cuadrangulares de Torres no se han convertido en talismán durante este año, ya que el récord de por vida de los Yankees cuando Gleyber se va para la calle es de 78 victorias y apenas 24 derrotas, por lo que el criollo es talismán para los neoyorquinos desde hace un buen rato.
Lea también: MLB: ¿Será este lanzador venezolano el quinto abridor que buscaba Atlanta? (+Numeritos)
Hasta ahora, Torres está dejando una muy buena línea ofensiva de .270/.335/.450/.785 en lo que va de temporada. El camarero venezolano es el mejor bateador de los Yankees en el 2023, y cualquier esperanza de postemporada para los neoyorquinos pasa por el rendimiento del criollo.