Los fanáticos de la MLB están en "shock" luego de la pelea del pasado sábado entre Tim Anderson y José Ramírez que fue originada por un robo de base del antesalista de los Guardianes y un intento de out un tanto "agresivo" por parte del segunda base de los Medias Blancas de Chicago.
Dos días más tarde, las Grandes Ligas anunciaron que el dominicano ameritaría una sanción de tres partidos sin ver acción, mientras que el infielder del conjunto chicagüense sería suspendido por seis duelos.
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El hecho es que no es la primera vez que Anderson se ve involucrado en un suceso de este estilo, de hecho, el mismo Ramírez expresó, luego de la trifulca, que el intermedialista norteamericano no estaba "respetando el juego" y era algo que había estado pasando desde hace mucho tiempo; refiriéndose, claramente, a su polémica manera de jugar, con una constante provocación al rival.
Este mismo año, con el novato de los Guardianes Brayan Rocchio, también pasó algo muy similar, cuando el venezolano intentaba llegar quieto a segunda base. Aunque recibió un duro golpe en la cara, el joven campocorto no se atrevió a decirle nada al veterano de la novena patiblanca.
Por su parte, en la calentura de la reciente lucha, el careta cubano Yasmani Grandal aprovechó de contar un acontecimiento que, desde que pasó a mediados de temporada, no había sido revelado. El exjugador de los Medias Blancas de Chicago afirmó que luego de haber notificado su deseo de dejar la plantilla, antes del Juego de las Estrellas 2023, Anderson se dirigió a él altaneramente diciendo: "Que se joda, sino quiere estar aquí, le pagaré el vuelo"; generando que Grandal, con impotencia, lo abofeteara segundos después.