Pablo Aliendo es uno de los tantos prospectos de los Navegantes del Magallanes que está haciendo muy bien su trabajo en Ligas Menores. Si bien su temporada comenzó con muy poca producción ofensiva, con el pasar de las semanas realizó los ajustes necesarios para ahora ser un bateador más peligroso.
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El receptor de 24 años arrancó el año con Knoxville Smokies, sucursal Doble-A de los Cachorros de Chicago. En principio las cosas no se desarrollaron de la mejor manera, pues mientras en abril bateó para .169 de promedio, para mayo apenas subió a .188, un desempeño muy atípico para él.
Un bate que ya se hace sentir
El trabajo duro, la adaptación para ejecutar algunos cambios, así como la intensificación de la rutina, fueron las claves para que Pablo Aliendo saliera adelante en este mes de junio. Y es que por ahora su línea ofensiva es de .319/.327/.511 luego de 12 encuentros disputados, con dos jonrones, 10 carreras impulsadas y seis impulsadas.
"Siento que he trabajado más. Ahora tengo un ‘toe tap’ que era algo que no hacía antes, me quedo un poco atrás cargando y luego me voy hacia adelante. Eso me da más oportunidad de reconocer el pitcheo temprano y no simplemente decir que me voy a sentar en la recta, o buscar el slider para llevarlo al otro lado", señaló el criollo en una nota de prensa.
Para quienes no están familiarizados con los términos beisbolísticos, el toe tap es un ligero movimiento opcional en el cual el pie delantero del bateador se levanta antes de que comience el movimiento del swing, lo que puede ayudar entre otras cosas a mantener el equilibrio y generar mayor potencia.
"Eso es lo que he hecho. Ha sido un trabajo un poco difícil, porque no es fácil hacer un ajuste así en el transcurso de la temporada, pero tampoco es imposible y así se me están dando los resultados", apuntó.
Pero eso no es lo único en lo que ha trabajado en las últimas semanas. Y es que también ha mejorado en el aspecto mental, ya que si las cosas no salen de la mejor manera un día, al siguiente tendrá una nueva oportunidad. En ese sentido, Guillermo Martínez, coach de bateo de Knoxville Smokies, ha sido clave para Pablo Aliendo.
"Él me dijo que todos los jugadores tenemos momentos calientes cuando estamos bien, pero cuando es lo contrario hay que saber brincar en el agua y no ahogarse. Es decir, saber sortear los altibajos mientras se hacen los ajustes para retomar la mejor forma, y eso es lo que he estado haciendo", cerró el pelotero de los Navegantes del Magallanes.