Jake Paul sigue rompiendo esquemas en el mundo del boxeo. Este viernes, en el AT&T Stadium de Arlington, Texas, el influencer convertido en boxeador superó por decisión unánime a Mike Tyson.
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Con esta victoria, el joven boxeador de 27 años se llevó a casa una bolsa de aproximadamente 40 millones de dólares, mientras que Tyson, de 58 años, aseguró un pago de más de 20 millones de dólares por su participación.
En total, la pelea generó cerca de 80 millones de dólares, consolidándose como uno de los eventos más lucrativos del año.
Desde el primer campanazo, el paso del tiempo quedó evidente. Tyson, a pesar de su inigualable experiencia y movimientos clásicos de cintura, no pudo mantener el ritmo de un rival más joven y ágil. Jake Paul, conocido por su habilidad para generar espectáculo tanto dentro como fuera del ring, aprovechó su velocidad y alcance para dominar a la leyenda.
A medida que avanzaban los rounds, Tyson optó por una postura defensiva, con la guardia alta pero sin la energía para lanzar combinaciones efectivas. En contraste, Paul mantuvo un ritmo constante, acumulando golpes y manteniendo el control del combate sin arriesgar demasiado.
En el octavo y último episodio, ambos boxeadores parecieron conformarse con el desenlace inevitable. Paul aterrizó un total de 97 golpes frente a los escasos 18 de Tyson, sellando una victoria que, aunque predecible, generó un espectáculo memorable.
Netflix, la plataforma ganadora
La pelea no solo fue un hito deportivo, sino también un fenómeno mediático. Transmitida a través de Netflix, el evento alcanzó audiencias masivas y reforzó la capacidad de la plataforma para manejar eventos en vivo. Con más de 280 millones de suscriptores en todo el mundo, Netflix volvió a demostrar su relevancia al combinar entretenimiento deportivo con alcance global.