Theoscar Mogollón González | @Theo_Mogollon
El 6 de julio será un día para el recuerdo para Gunnar Henderson, los Orioles de Baltimore y los Yankees de Nueva York. Y es que en un compromiso que finalizó 14-1 a favor de los oropéndolas, el joven de 22 años dejó una actuación para el recuerdo.
En el propio primer episodio comenzó todo, cuando Henderson descargó su primer cuadrangular de la noche luego de un intenso duelo contra el abridor Luis Severino. De esa manera los Orioles picaron adelante en el Yankee Stadium.
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El tercer inning fue bastante productivo para los Orioles con siete anotaciones. Allí, el antesalista colaboró con un sencillo al jardín derecho para remolcar un rayita más, y así ampliar la ventaja a cinco.
Pero lo mejor estaba por venir. En la cuarta entrada, el poder de Henderson se hizo sentir una vez más luego de conectarle al dominicano Albert Abreu un elevado de 416 pies con dirección a los jardines izquierdo y central, y así impulsar tres anotaciones más para su equipo.
Al final, Henderson terminó el encuentro de 7-4 con par de vuelacercas, cinco carreras impulsadas y tres anotadas.
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Tras esta actuación dejó dos estadísticas interesantes. La primera es que se convirtió en el tercer novato de los Orioles con cuatro hits y cinco remolcadas en un juego, luego de Roy Sievers (1949) y Chris Richard (2000), con la única diferencia que lo logró en las primeras cuatro entradas.
Y la segunda es que se unió junto a Lenn Sakata (1981) como los únicos primeros bateadores en la historia de la franquicia que registran un juego de al menos dos jonrones, cuatro imparables y cinco impulsadas.