Theoscar Mogollón González | @Theo_Mogollon
El 2023 para Jorge Alfaro en las Grandes Ligas ha sido para el olvido. Y es que desde su llegada a los Rockies de Colorado no ha logrado establecerse con el primer equipo, ya que ha estado más tiempo en la lista de asignación que viendo acción en el terreno de juego.
Este miércoles el equipo lo envió nuevamente a Albuquerque Isotopes en Triple-A, aunque el jugador tiene la última palabra si decide permanecer allá o si rechaza dicha cesión para optar por la agencia libre.
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El receptor de 30 años inició su tormentosa temporada con un contrato de ligas menores con las Medias Rojas de Boston. Con ellos bateó para .320/.366/.520 en 191 apariciones en el plato en Triple-A. Sin embargo, a las semanas decidió salirse de ese trato para aterrizar en Colorado.
Con los Rockies tuvo la posibilidad de ver acción en las Mayores. Aunque bajó su producción de bateo a .161/.188/.387 con un jonrón, cuatro remolcadas, dos anotadas y 51 imparables en 31 turnos, lo que forzó al equipo a dejarlo en asignación.
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Lo curioso de la carrera de Alfaro es que continuamente se ha visto como un bateador prometedor en ligas menores, pero una vez sube a Grandes Ligas decae. De ahí a que su línea de bateo en su carrera en las Mayores sea de .254/.302/.396, mientras que se ve mucho más fuerte con un .270/.317/.434 en Triple-A.
El pelotero colombiano cuenta con más de cinco años de servicio en las Grandes Ligas, por lo que tiene derecho a rechazar la asignación mientras retiene su salario. Ahora deberá elegir entre ver acción en Albuquerque y esperar a que los Rockies lo vuelvan a llamar, o regresar a la agencia libre y ver si hay algún equipo interesado en darle otra oportunidad.
