Theoscar Mogollón González | @Theo_Mogollon
Cada vez que los Tigres de Detroit tienen agendada una serie fuera de casa, Miguel Cabrera se convierte en el foco de atención. La última gira del conjunto bengalí tuvo dos nuevos lugares en la "gira de despedida" del venezolano: Texas y Colorado.
En primera instancia, los Rangers le obsequiaron al maracayero una silla de montar hecha de cuero, otro regalo más que va a la cuenta de su jubilación. Pero lo curioso de esto es que, en esta ocasión, fue más fácil de transportar en comparación con la silla mecedora que los Nacionales de Washington le dieron en mayo, la cual debió viajar por separado.
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Por su parte, los Rockies se las ingeniaron para darle algo más portátil: las láminas de Florida y Detroit del viejo marcador manual del Coors Field, además de una estadía de dos noches en el resort The Broadmoor en Colorado Springs.
Tras esto, el calendario de Detroit se va acortando cada vez más, por lo que cada serie como visitantes que les toque será la última visita de Cabrera como pelotero activo. Dicho en otras palabras, todavía quedan más homenajes y regalos por venir.
La confianza de Hinch en Cabrera
Para nadie es un secreto que el inicio de temporada de Miguel Cabrera fue bastante flojo. Sin embargo, con el tiempo se ha visto con más determinación sobre el cajón de bateo, algo que le ha aumentado sus números en las últimas semanas.
A todo eso también hay que sumarle el hecho de que su manager, A. J. Hinch, sabe qué esperar de él. "Sus turnos al bate han sido consistentes, lo cual es clave. Todavía consume turnos al bate como un profesional, y eso ha sido importante para nosotros. Sus contribuciones han sido notables", dijo Hinch en una entrevista.
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"Creo que se ha restablecido a sí mismo. Todavía quiere empujar la pelota fuera del estadio, pero en general solo quiere mover la pelota hacia adelante y llegar a la base. Eso ha estado sucediendo cada vez más a menudo", expresó Hinch, que en ningún momento ha dejo de confiar en las habilidades del maracayero.
Pero a final de cuentas, lo que realmente está motivando a Miggy en esta casi mitad de temporada no son sus estadísticas, ni sus homenajes ni regalos de jubilación. Todo se trata de ser parte de un equipo que él cree que puede competir y dar más pelea en la División Central de la Liga Americana.