Theoscar Mogollón González | @Theo_Mogollon
A Luis Arráez no le basta con liderar los departamentos de promedio (.392), OBP (.444) y hits (114) en lo que va de temporada de Grandes Ligas. A todo ese magnífico trabajo que viene desempeñando en los últimos meses se le suma un dato que está dejando boquiabiertos a más de uno.
Se trata del Whiff, la medida de frecuencia con la que un bateador hace swing a lanzamientos fuera de la zona de strike y hace contacto. Y es que mientras más bajo sea el porcentaje, mayores son las probabilidades de embasarse con un imparable.
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Es aquí cuando vemos que lo de Arráez es algo extraordinario. En lo que va de año, el criollo hace gala de la mejor sincronización ojos-manos del beisbol al estar por debajo del 11% de Whiff, una cifra que el resto de bateadores de las Mayores alcanza casi al 40%.
Asimismo, también cabe señalar otros porcentajes de swings que van a la par con su gran momento: fuera de la zona (93,2%), dentro de la zona (95,8%) y general (94,8%).