Luis Arráez es sinónimo de constancia y disciplina, al menos eso ha demostrado durante dos temporadas de manera consecutiva en el plato.
El habilidoso bateador venezolano continúa haciendo de las suyas en los terrenos de juego de las Grandes Ligas y se encuentra bien encaminado a su segundo título de bateo en el mejor beisbol del mundo.
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De por vida, Arráez posee muy buenos promedios ofensivos durante las campañas en la Gran Carpa, siendo más productivo en los primeros meses.
Abril / Marzo: .349
Mayo: .337
Junio: .374
Julio: .332
Agosto: .276
Septiembre / Octubre: .324
Ese registro de Baseball Reference se traduce en una buena cuota de aporte ofensivo en las primeras instancias de la zafra, luego sus números empiezan a bajar un poco entre julio y agosto, pero sin dejar de ser valiosos e importantes.
¿Podrá Arráez mantener el ritmo durante todo el 2023?
Esa es la incógnita que empieza a despejarse con el pasar de los juegos, pues el oriundo de San Felipe no ha parado de batear desde el Opening Day y no da indicios de querer quitarle el pie al acelerador.
Durante el sexto mes del año (junio), Arráez suele ser un bateador mucho más peligroso y con un mejor rendimiento. De hecho, su OPS vitalicio en ese tiempo es de .917, una cifra para nada despreciable.
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Los números dicen que “La Regadera” se cierra un poco al superar la mitad de la temporada, pero esa lógica no parece que se vaya a cumplir en este año. Los ajustes que ha hecho Arráez con el transcurso de sus turnos al bate, han alargado la vida útil de su gran momento.
Luis Arráez / Foto: AP