El pasado miércoles, Eduardo Salazar se convirtió en el venezolano número 468 en debutar en las Grandes Ligas, al llegar al morrito en el noveno episodio en la victoria de su equipo, los Rojos de Cincinnati ante los Cardenales de San Luis, lo cual fue un sueño hecho realidad para el nacido en Cumaná.
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Salazar, quien estaba teniendo una gran labor en Triple A, en donde lanzó 17.2 innings, en 12 compromisos, logrando 25 ponches, para una grandiosa efectividad de 0.51, números que hicieron posible su llamado al “Show”, algo que le tomó por total sorpresa.
“El martes me encontraba en Triple A, después de jugar el primer juego de la serie y mientras me cambiaba el mánager y el coach de pitcheo me llamaron y siendo sincero pensaba que me iban a bajar Doble A, porque nunca me pasó por la mente que me fueran a subir a Grandes Ligas, lo cual para mí fue una gran sorpresa”.
“Sentí mucha emoción, muchos sentimientos al mismo tiempo, felicidad, nostalgia y muchos más, un momento que no se me va a olvidar nunca”, expresó Salazar, quien estaba viendo los frutos de tanto esfuerzo y trabajo al estar más cerca de cumplir su sueño.
El criollo confiesa que, al momento del debut, no pudo evitar sentirse bastante nervioso y a pesar de batallar en sus primeros lanzamientos, logró sobreponerse al momento y logró recetar su primer ponche en su carrera, para el novato de 25 años de edad.
“Cuando iba hacia al montículo estaba muy, pero muy nervioso, nunca en Triple A me sentí nervioso, me sentía muy pequeño en el montículo, rodeado de tanta gente, las cámaras, el estadio se veía muy imponente, pero gracias a Dios pude hacer un buen trabajo, aunque se me notaba que estaba nervioso”.