Tiburones de La Guaira puso bajo protesta, el segundo juego de la Gran Final ante los Leones del Caracas, luego de una situación que involucró a dos jugadores importados del equipo melenudo. Luego de no poder ingresar al roster capitalino, Braulio Torres-Pérez quedó inhabilitado para reforzar al equipo y su lugar volvía a ser ocupado por su compatriota David Gutiérrez.
Así lo había comunicado la dirigencia de la LVBP al Caracas, pero según lo declarado por el gerente de los salados César Collins, afirma esto no le fue notificado. Por lo tanto, el equipo llevó adelante la protesta que fue ratificada ante 25 de enero ante la liga.
Por su parte, Leones con el gerente Richard Gómez a la cabeza, afirman tener en su poder una carta de la LVBP que autorizaba el uso del relevista Gutiérrez sin restricciones luego del ingreso fallido de Torres-Pérez al roster semanal. Algo de lo que ya existía un precedente este mismo año con las Águilas del Zulia y un error humano con los ingresos al roster.
Dos escenarios
Ya con la protesta formal emitida a la liga, hay dos posibilidades que están en la mesa para resolver este asunto. En primer lugar, si la protesta efectivamente es aceptada y se comprueba que Leones infringió el reglamento, el juego debería repetirse en una fecha establecida por la LVBP. Esto, luego de seguir todo el procedimiento que estipulan las condiciones del campeonato.
De repetirse, todas las estadisticas del juego ya disputado quedan sin efecto. Algo que ya sucedió en la temporada 2019-2020, cuándo Leones ganó una protesta ante el Magallanes por el ingreso irregular al roster de Adonis García.
Por el contrario, si Tiburones no logra hacer efectiva su protesta ante la liga, el juego queda en efecto de la misma manera y Leones mantendría su victoria en el segundo choque de la Gran Final ante los escualos.
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