Luis Arráez obtuvo la corona de bateo de la Liga Americana, luego de batallar durante el último tramo de la temporada contra Aaron Judge y Xander Bogaerts, convirtiéndose así en el sexto venezolano en obtener una corona de bateo, igualando el hito que ya habían conseguido José Altuve, Miguel Cabrera, Carlos González, Magglio Ordóñez y Andrés Galarraga.
El título de Arráez tiene una particularidad, y es que es el promedio de bateo más bajo para un campeón bate venezolano, y también es el título de bateo más bajo en general desde el que consiguió Tony Gwynn en 1988 con los Padres de San Diego (.313 de promedio).
El de Arráez es también el tercer promedio más bajo para un campeón bate en toda la historia, solo por detrás del ya mencionado Tony Gwynn, y del promedio de .301 que le dio la corona a Carl Yastrzemski en 1968. Sin embargo, cuando nos vamos a los números, el promedio de Arráez tiene varias explicaciones que nos ayudan a poner en contexto la situación.
Bates silenciados en Las Mayores
La temporada 2022/23 ha sido bastante difícil para la gran mayoría de los bateadores, y de hecho es la temporada de menor promedio de bateo colectivo en mucho tiempo. El promedio colectivo de la Gran Carpa estuvo en apenas .243, siendo el sexto promedio colectivo más bajo en toda la historia de las Grandes Ligas.
El promedio colectivo de la Major League Baseball no era tan bajo desde la temporada 1968, cuando curiosamente se registró el promedio más bajo de toda la historia de la Gran Carpa (.237). Además, el promedio colectivo de .243 no se veía desde la temporada de 1884.
Con estos datos en mano, podemos valorar mucho mejor el hito que supone lograr un promedio de .316 en un año en el que el bateo en toda la liga estuvo muy por debajo de lo habitual.
Pitcheo dominante
El pitcheo también ha sido bastante dominante esta temporada, lo que puede explicar el descenso del promedio de bateo que existió en la presente campaña 2022. La efectividad colectiva fue la más baja de las últimas siete temporadas en Las Mayores, ubicándose en 3.96.
Además, para contextualizar mejor el dominio que tuvieron los lanzadores de la Gran Carpa durante este año, es solo la sexta ocasión en los últimos 30 años en que la efectividad colectiva logra bajar de 4.00, mostrando así que verdaderamente fue un gran año para los lanzadores.
Ante una temporada con tan bajo promedio de bateo, y con tanto dominio del pitcheo en las Grandes Ligas, podemos entender bastante bien el hecho de que Luis Arráez haya ganado el título de bateo de la Americana con .316 de promedio, destacando que además, la diferencia entre Arráez y Jeff McNeil, campeón bate de la Nacional, no fue mucha ( McNeil bateó para .326), por lo que la corona de bateo del venezolano debe ser igual de respetada y valorada que cualquier otra.