Cada equipo que tiene éxito dentro de una temporada de las Grandes Ligas necesita de un "caballo negro" o un "héroe silencioso" para lograrlo y los Astros de Houston tienen al suyo. Todo el mundo habla del aporte de José Altuve, Alex Bregman, Yordan Álvarez y Yuli Gurriel, pero el trabajo de Kyle Tucker pasa por debajo de la mesa.
El motor del equipo es sin duda alguna el carabobeño José Altuve, pero Kyle sería sin duda algo tan importante como una bujía. Sin él, el equipo no seria el mismo por todo lo que agrega de manera ofensiva a un lineup que sin Michael Brantley había perdido poderío zurdo.
Líder en impulsadas, segundo en jonrones, tercero en hits, cuarto en OPS. Así marcha Tucker en las estadísticas básicas dentro del equipo, además de ser el único jugador que suma el dichoso 20/20 al tener 29 jonrones y 22 bases robadas.
Pasando a las estadísticas avanzadas, su WAR de 5.1 lo favorece incluso por encima de José Altuve, solo por detrás de Yordan Álvarez (6.4) dentro del equipo e igualado en el puesto 23 dentro de toda la MLB. El joven de apenas 25 años de edad tiene un WPA (Probabilidad de victoria añadida por un jugador ofensivo) de 2.84 según Fangraphs, ubicándolo como el décimotecero en la MLB y segundo en la organización.
Tucker suele aparecer en condiciones apremiantes para el equipo, bateando para .282 cuando su equipo está abajo en el marcador, y también liderando en jonrones e impulsadas en ese tipo de situaciones con ocho y 23 específicamente.
También batea cuando el equipo lo pide, manteniendo un promedio al bate de .303 con corredores en posición anotadora con siete jonrones (líder empatado con Bregman) e impulsando 70 carreras (líder). Este tipo de números lo hacen simplemente un jugador maravilloso, que sobre todas las cosas, responde cuando el equipo más lo necesita.