Frederlin Castro │ @fr3djcd
La primera mitad de la temporada para el lanzador titular de los Rangers, Martín Pérez, se centró en el jugador en el que se había convertido en su décima temporada: un All-Star que había encontrado la paz y el éxito en un retorno completo al lugar donde comenzó su carrera en la MLB.
Con el inicio de la segunda mitad, la historia de la madurez de Pérez necesita una secuela, y él conoce la dirección de la historia. "Ahora creo en mí mismo", dijo Pérez, "y sé quién soy ahora y lo que puedo hacer en el montículo".
Pérez, una vez más, fue el antídoto que los Rangers necesitaban en una serie con problemas. Lanzó siete entradas, permitió cuatro hits y ponchó a seis para ayudar a los Rangers a vencer a Oakland 11-8 y evitar la barrida.
Pérez dijo que tuvo que lidiar con algunas molestias en el montículo de los Atléticos, un sentimiento que fue compartido por su colega Spencer Howard al principio de la serie, pero aún así fue capaz de hacer siete entradas.
"Lo necesitábamos", dijo el mánager de los Rangers, Chris Woodward, sobre Pérez, quien mejoró a 8-2 en la temporada y bajó su efectividad a 2.59.
Tal vez lo más importante es que ese tipo de rendimiento es algo que Pérez ha demostrado que los Rangers pueden contar con él. El venezolano dijo que llegó al hotel del equipo temprano el sábado por la noche después de la segunda derrota consecutiva de los Rangers ante los A's, y comenzó a pensar. Dijo que sabía que el equipo lo necesitaba no sólo para tener éxito en el juego de escapada del domingo, sino también para profundizar. Lo planeó, y luego salió y lo hizo.