Daniel Abreu | @dandjabreu
Los Rockies de Colorado vienen de otra campaña de pesadilla en la que acabaron de penúltimos en la División Oeste de la Liga Nacional, con un récord de 74 victorias y 87 derrotas, superando únicamente a los Diamondbacks de Arizona en esta zona, lejos de los puestos de postemporada.
Con la urgencia de cambiar el panorama y pelear los puestos de arriba con los Gigantes, Dodgers y Padres, se ven en la obligación de traer nuevas caras esta primavera, iniciando con la flamante incorporación de Kris Bryant, acogiendo también a los agentes libres Alex Colomé y José Iglesias; además de la ampliación del contrato de Ryan McMahon y el canje por Randal Grichuk; con la despedida de Raimel Tapia.
FORTALEZAS
La llegada de Kris Bryant, con un jugoso contrato de siete años a cambio de 182 millones de dólares, significa una apuesta grande para la organización, con buen poder ofensivo y versatilidad en la defensa, pudiendo ocupar casi cualquier parte del campo y abriendo la posibilidad a otros buenos bateadores a no ser excluidos por su limitada habilidad con el guante.
También pueden aprovechar su talento joven que tienen la posibilidad de dar el gran salto esta temporada como es el caso del jardinero Zac Veen, primera selección del equipo en el draft 2020 y que ha escalado al puesto 36 entre los mejores prospectos de las Grandes Ligas. Al mismo tiempo se encuentra el campo corto Ezequiel Tovar con una mágica defensiva y contacto a la hora de batear, habilidades que lo colocan como un posible refuerzo en la temporada.
Además, cuentan con la consolidación de CJ Cron, Ryan McMahon y Randal Grichuk siendo bates importantes para los rocosos.
Se puede agregar que los abridores de Germán Márquez, Kyle Freeland Antonio Senzatela, Austin Gomber y Chad Kuhl se consideran una rotación estable.
DEBILIDADES
La inconsistencia tanto en la caja de bateo como en el montículo, ha sentenciado al equipo en los últimos años, contando con buenas actuaciones en muchos partidos, pero declinando en los importantes contra rivales directos.
A pesar de contar con bateadores de poder, la gran mayoría suele tener una efectividad limitada para empujar las carreras necesarias.
Además, el cuerpo de relevistas no ha sabido mantener el dominio que proporciona la rotación abridora.