Frederlin Castro | @fr3djcd
Noventa y un partidos están out hasta ahora. Ese es el número de partidos que se han eliminado del calendario tras la conferencia de prensa del comisionado de la MLB, Rob Manfred, la semana pasada. Sólo podemos esperar que el número no aumente.
Por el momento, si se llega a un acuerdo a posteriori, el plan es que cada equipo retome su calendario de temporada regular con el comienzo de su tercera serie. Puede que sea la forma más sencilla de hacerlo, pero está lejos de ser la ideal. No sólo porque significa menos beisbol, sino porque las cancelaciones afectarán a cada equipo de forma diferente.
Hay siete equipos que, a partir de ahora, perderán siete partidos, pero incluso dentro de ese grupo hay disparidades. Mientras que los Dodgers, los Marlins y los Atléticos perderán siete partidos en casa, los partidos cancelados de los Tigres, los Yanquis y los Gigantes se jugarán todos en la carretera. Los Reales perderán cuatro en casa y tres en la carretera.
Eso no es lo único extraño de un calendario que ahora está lleno de rarezas, pero también es lo que ahora estamos obligados a esperar porque significaría que el cierre patronal se resuelve, y rápido. Cinco equipos perderán cinco partidos y 18 perderán seis, y el reparto de partidos entre esos grupos varía de un club a otro.
¿Qué efecto puede tener esto?
Al final, los equipos jugarán entre 155 y 157 partidos cada uno. Eso puede no parecer un gran problema, pero si pierdes una carrera de división o pierdes un puesto de comodín por medio juego, la cosa se podría complicar la lucha por los cupos a postemporada.