Gonzalo Urgelles R.
@GnzaUrglls
Todavía no había comenzado la rueda de prensa en la que Buster Posey anunciaría su retiro y ya surgía la discusión de si el receptor entrará o no al Salón de la Fama de las Grandes Ligas.
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Es importante recordar que para optar a tal privilegio, como lo es ser un aspirante al santuario de Cooperstown, tienes que cumplir con el requisito fundamental de pasar al menos diez temporadas activo en Las Mayores.
Posey debutó en la ‘Gran Carpa’ a finales de 2009 (participó en siete encuentros), siendo su primera temporada completa la de 2010, cuando obtuvo el premio al Novato del Año.
Luego de esto, en 2011 el receptor sufrió aquella dramática lesión, producto de una colisión en el plato, que lo dejó fuera de acción por el resto de la campaña, retomando la actividad ya a comienzos de 2012.
Quizás con eso en mente, aunado al hecho de que en 2020 decidió no ser de la partida por prevención respecto al tema COVID-19, fue que el careta quiso volver para un último baile en 2021.
La trayectoria y los números de Buster son propias de una leyenda, como se mencionaba anteriormente, dignas de una leyenda que marcó un antes y un después en la historia de un equipo.
Posey llegó a Las Mayores para pelearle a Yadier Molina la distinción de ser el mejor receptor de las Grandes Ligas. El de los Gigantes es tan bueno como el boricua detrás del plato y considerablemente mejor a la ofensiva.
En la última década, el único que tal vez pueda hacerle sobra al ahora ex pelotero, es el criollo Salvador Pérez.
Guante de Oro, mejor Jugador Defensivo en par de oportunidades, múltiples Bates de Plata y un título de bateo conseguido en su año top, el 2012, cuando además fue el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional.
Sobre su retiro, el ya mítico ’28’ de los Gigantes, asegura que las dolencias físicas ya se estaban tornando insoportables. Que se le hacía difícil disfrutar el juego en su situación. Que a los 34 años es complicado lidiar con fuertes dolores de espalda desde que se despierta.
Asimismo, el estelar cátcher confesó que los problemas en sus tobillos y en la cadera se ha agravado con el paso del tiempo. Esto como consecuencia de aquella aparatosa lesión de 2011, en la que se rompió los ligamentos de ambos tobillos y sufrió una fractura grave en una pierna.
En fin, sin desviarnos del tema, la pregunta no debería ser si Posey es o no un potencial miembro del Salón de la Fama; sino cuándo será exaltado. Particularmente, quien escribe estas líneas se decanta por su primer año de elegibilidad: 2026.