Gonzalo Urgelles R. / [email protected]
Se acabó el idilio en el Coliseo. Quizás se trataba de un movimiento que se veía venir y guerra avisada no mata soldados… o no debería. El lunes por la noche, los Atléticos de Oakland enviaron al venezolano Jesús Luzardo a su sucursal de Triple-A.
Dentro de todo, el mánager Bob Melvin fue tan paciente como puedo ser con el lanzador peruano-venezolano, que simplemente no tuvo todas consigo y no logró encontrarse con su mejor forma.
El serpentinero tuvo un caótico mes de junio, tras ser activado de la liste de lesionados, donde pasó casi todo el mes de mayo por una fractura en su mano, consecuencia de un golpe dado a una mesa mientras jugaba videojuegos. Este tercer mes de campaña, Luzardo fue incorporado al bullpen de los ‘Elefantes’; en nueve entradas lanzadas, toleró once carreras limpias y le conectaron seis cuadrangulares.
De hecho, tras ser activado de la lista de incapacitados, Luzardo solo pudo salir ileso de sus dos primeras apariciones; lanzando una entrada en blanco contra los Angelinos, el 30 de mayo, y tres más contra los Marineros, el 1 de junio. De ahí en adelante, su repertorio de desplomó por completo.
Antes de la fractura, en condición de abridor, tampoco logró dar con la clave de su éxito. En abril tuvo récord de una victoria y dos derrotas, con una abultada efectividad de 5.40 en 25 entradas completas. Asimismo, en su única apertura de mayo –antes de lesionarse– solo lanzó tres episodios, salió derrotado y su efectividad subió a 5.79.
"Hablamos sobre las expectativas y, obviamente, está bastante decepcionado, pero lo entendió. Él también quiere arreglar las cosas", dijo Bob Melvin sobre Jesús Luzardo.
Para ocupar su puesto en el roster del equipo grande, la organización llamó al derecho dominicano Domingo Acevedo.