Raúl Pérez / @enriul
Ronald Herrera sufrió una derrota en su debut en la Gran Carpa con los Yanquis de Nueva York, pero dejó muestras de su categoría sobre la lomita ante los Angelinos de Anaheim (7-5). El criollo, de apenas 22 años, realizó su primera aparición en las mayores, horas después de recibir el llamado por parte del equipo grande.
Herrera, quien se ganó su oportunidad con los "Bombarderos del Bronx", gracias a los magistrales números que está poniendo en los Trenton Thunders, la sucursal Doble-A de los Yanquis de Nueva York, donde tiene récord de 7-0 con una minúscula efectividad de 1.07 en ocho aperturas, permitiendo que los rivales le bateen tan solo para .166, con 41 ponches y tan solo nueve boletos en 50.1 episodios de labor.
El miércoles, en su primer contacto con un montículo ligamayorista, el de Maracay terminó cargando con la derrota ante los Angelinos de Anaheim, peromostró que tiene con que mantenerse en el primer equipo.
Herrera (0-1), inició su carrera superando nada más y nada menos que a Albert Pujols, con un rodado a la segunda almohadilla. Acto seguido, el de Maracay logró sacar de carrera a Yunel Escobar, quien entregó el segundo out del episodio con rolling a la tercera base.
Sin embrago, tras dos retirados con tan solo dos lanzamientos, el joven venezolano se complicó al regalar pasaporte a su compatriota, Luis Valbuena, para luego recibir cuadrangular de dos carreras por parte de Andrelton Simmons, lo que significó la desventaja definitiva. Posteriormente Herrera golpeó a Eric Young Jr., pero logró abanicar a Danny Valencia para acabar con la séptima entrada.
En la apertura del octavo episodio, Herrera recibió indiscutible del también criollo Juan Graterol, pero terminó retirando de manera consecutiva a Cameron Maybin, Kole Calhoun y Albert Pujols, este último por la vía del ponche, para poner fin a sus dos entradas de labor.
El prospecto de los Leones del Caracas terminó cargando con la derrota y dejó efectividad de 9.00 con dos ponches, un boleto y un golpeado, pero mostró que tiene el carácter suficiente para establecere en el mejor béisbol del mundo.