Desde la temporada pasada, diversos rumores han ligado a varias estrellas de la NBA con Golden State Warriors para reforzar su plantilla y ser uno de los equipos contendientes en esta temporada de la liga estadounidense. LeBron James, Zach LaVine, Lauri Markkanen y DeMar DeRozan fueron algunas de los jugadores que estuvieron en la órbita del equipo de La Bahía, pero ninguno de estos terminó llegando a sus filas.
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Tras la salida de Klay Thompson hacia Dallas Mavericks, la gerencia de Warriors se planteó la posibilidad de adquirir a otra figura que fuera capaz de acompañar a Stephen Curry en el costado ofensivo. Sin embargo, la llegada de alguno de estos nombres hubiera forzado a la gerencia de Golden State a hipotecar el futuro del equipo para competir en esta misma campaña y esto no parece ser la idea del coach Steve Kerr.
¿Kerr piensa a futuro?
Con Curry cerca de cumplir 37 años de edad y un Draymond Green con 34 años, Kerr tiene claro que la ventana para ser candidatos dentro de la Conferencia Oeste es pequeña, pero no está dispuesto a arriesgar el futuro de la franquicia por un apuesta tan arriesgada. "Probablemente no estaré aquí, pero te diría que, si esta organización regalara los próximos 6 o 7 drafts a cambio de un cambio brusco, sería lo más irresponsable que podrían hacer", dijo.
Con esto, Kerr deshecha cualquier idea de algún cambio por parte de la gerencia de Warriors que pueda incluir a alguna de las piezas jóvenes del equipo o de las selecciones en los próximos Drafts para obtener alguna estrella que pueda llegar en esta temporada o en la siguiente. Su récord de 19-20 lo mantiene en la duodécima posición del Oeste, pero esto parece no preocupar al entrenador de Golden State y confía plenamente en sus jugadores.