El baloncesto ha sido testigo de innumerables hazañas a lo largo de los años, pero pocas han sido tan impresionantes como el inicio de temporada de Nikola Jokic. El estelar pívot de los Denver Nuggets ha logrado un hito sin precedentes al convertirse en el primer jugador en la historia de la NBA en registrar 150 puntos, 58 rebotes y 50 asistencias en los primeros cinco juegos de una temporada.
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Busca ganar otro MVP
Este logro no solo destaca su increíble habilidad en la cancha, sino que también reafirma su estatus como uno de los mejores jugadores de la liga. La temporada actual ha comenzado con un ritmo vertiginoso para Jokic, quien ha demostrado ser una fuerza dominante en cada uno de los partidos disputados y que apunta a volver a luchar por ganar el premio MVP de la temporada.
Con dichos registros ofensivos, el jugador serbio ha estado a la vanguardia de la ofensiva de los Nuggets, guiando a su equipo durante el comienzo de temporada en el cual han enfrentado altibajos, aunque no quita que sigan siendo un equipo muy peligroso.
Jokic ha mostrado un dominio tanto en el juego interior como en el perímetro. Su capacidad para hacer asistencias a sus compañeros, combinada con su habilidad para anotar en momentos clave, lo convierte en un jugador multifacético que puede contribuir de diversas maneras.
Habilidades únicas
Además, su habilidad para capturar rebotes le permite a los Nuggets tener segundas oportunidades en el ataque, lo que es crucial para su estilo de juego rápido y dinámico. Este comienzo de temporada no solo es significativo para Jokic a nivel individual, sino que también establece un nuevo estándar para lo que se puede lograr en la NBA.