En las décadas de 1980 y 1990, Dennis Rodman era uno de los jugadores más particulares de toda la NBA debido a su peculiar formar de vestir, actuar e, incluso, por los diferentes colores en su cabello con los que aparecía en cada compromiso y que terminaban llamando la atención de todos.
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Sin embargo, Rodman no solo era eso. El "Gusano", como era conocido, era uno de los mejores jugadores defensivos de toda la liga estadounidense y, pese a su baja estatura para jugar de pívot, era uno de los máximos reboteros temporada tras temporada, lo que le valió para ser campeón en cinco ocasiones, ser Defensor del Año en la 1990-91 y líder rebotero de la NBA siete veces.
Rodman era una máquina de rebotes
Shaquille O'Neal, leyenda de la liga y considerado como el pívot más dominante de la historia, habló en su podcast sobre Rodman y se deshizo en elogios ante uno de sus rivales más duros. "Saldrá y te conseguirá 25 rebotes, apestando como un hijo de p***, se pondrá la ropa e irá al club y tendrá a las mujeres más malas que he visto en mi vida", dijo.
Durante su carrera, O'Neal tuvo la oportunidad de tener a Rodman, no solo en el equipo contrario, sino que también estuvieron juntos en Los Ángeles Lakers durante la década de 2000. Allí, "Shaq" pudo conocer más de cerca a la figura del "Gusano" y ver cómo estudiaba a sus propios compañeros para poder determinar la caída de los balones que estos lanzaban y fallaban para poder tomar los rebotes.