Una de las noticias más impactantes en la década de 1990 dentro de la NBA fue el anuncio del primer retiro de Michael Jordan, quien se vio afectado por la muerte de su padre y declaró que ya no se sentía tan bien jugando baloncesto como en el pasado.
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Por ello, un 6 de octubre Jordan informó al mundo que dejaría su carrera como jugador activo de baloncesto y luego decidió firmar con los Medias Blancas de Chicago de la MLB, debido a que era una promesa que le había hecho a su padre y planeaba cumplirla. Sin embargo, Jordan terminaría volviendo a los tabloncillos y volvería para seguir dominando a la Asociación con Bulls. Tras haber conseguido un "Three-Peat", Chicago veía como sus opciones de volver a sumar otro campeonato se diluían con la salida de "MJ" y la posibilidad de que no volviera a jugar en la liga estadounidense.
El regreso del "GOAT"
Tras 17 meses fuera de la liga estadounidense, Jordan envió un boletín de prensa el 18 de marzo de 1995, que decía: "He vuelto". Esto conmocionó a todo el mundo del baloncesto debido a que "MJ" había decidido volver a uniformarse con Chicago para volver a luchar por el título de la NBA. Incluso, en su retorno tuvo que utilizar el dorsal '45' porque el mítico '23' había sido retirado por el conjunto de Illinois en honor a lo que había logrado con ellos desde que lo seleccionaron en el Draft en 1984.
Su llegada, que era pedida por todos sus compañeros debido a que Bulls había tenido problemas para volver a luchar por un campeonato, era lo que necesitaba la franquicia para volver a lograr otro "Three-Peat" y convertirse en uno de los mejores equipos de la historia de la Asociación.