La NBA ha tomado medidas contundentes tras la pelea del pasado domingo entre los Detroit Pistons y los Minnesota Timberwolves. La liga anunció este martes la suspensión de un total de cinco jugadores de ambos equipo.
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La sanción más severa recayó sobre el pívot de los Pistons, Isaiah Stewart, quien deberá cumplir dos partidos de suspensión. Sus compañeros de equipo, Marcus Sasser y el novato Ron Holland II, también fueron castigados con un partido de suspensión cada uno. Por el lado de los Timberwolves, Donte DiVincenzo y Naz Reid también recibieron una suspensión de un encuentro.
Al anunciar las sanciones, Joe Dumars, vicepresidente ejecutivo de la NBA, fue claro al señalar que la suspensión de Stewart se debió a su "reiterado historial de actos antideportivos", lo que agravó la penalización impuesta por su participación en la trifulca.
Bajas sensibles
Naz Reid y Donte DiVincenzo de los Timberwolves comenzarán a cumplir su sanción esta misma noche en el enfrentamiento contra los Denver Nuggets. Por su parte, Isaiah Stewart, Ron Holland II y Marcus Sasser de los Pistons se perderán el partido del miércoles contra el Oklahoma City Thunder.
¿Qué ocurrió?
El altercado se produjo a falta de 8:36 minutos para el final de la primera mitad del encuentro del domingo, cuando los Pistons lideraban el marcador 39-30. El momento se encendió después de que Isaiah Stewart recibiera una falta técnica por golpear con fuerza a Donte DiVincenzo tras el sonido del silbato. La tensión escaló rápidamente cuando Holland cometió una falta al arrebatarle el balón de las manos a Naz Reid cerca de la línea de fondo.
El intercambio de palabras entre Holland y Reid no tardó en intensificarse, llevando a Donte DiVincenzo a interponerse y agarrar la camiseta del jugador de los Pistons. En cuestión de segundos, los diez jugadores que se encontraban en la cancha, junto con varios miembros del cuerpo técnico de ambos equipos, se vieron envueltos en una trifulca que incluso llegó a invadir la zona de los fanáticos situados junto a la cancha.
El encuentro del domingo se caracterizó por la alta tensión, culminando con un total de 12 faltas técnicas señaladas, la mayor cantidad en un partido de la NBA desde el 23 de marzo de 2005, según datos de Opta Stats.