Stephen Curry demostró una vez más que está imparable en este inicio de temporada en la NBA tras ser la figura en la victoria de los Golden State Warriors 106-95 sobre los Houston Rockets, en la jornada de este domingo 29 de octubre.
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El base armador cerró con 24 puntos y seis triples anotados, incluyendo uno para sentenciar la segunda victoria de los californianos. El piloto se divirtió más de la cuenta en el compromiso y dejó en ridículo al alero Dillon Brooks con triple en el último cuarto del duelo.
A falta de tres minutos para que terminara el partido, el máximo triplista de la historia dribleó en varias oportunidades al defensor de los Rockets y cerró su excepcional jugada con triplazo en la cara del jugador para poner a su equipo a ganar por diferencia de 11 puntos.
Curry celebró de manera particular con las manos en la cabeza y sin poder creerlo. Cabe destacar que, ese disparo de larga distancia fue el cuarto que anotada el base de manera consecutiva.
La actuación del Chef le dio la segunda victoria a los Warriors, que dejaron su marca en dos ganados y un revés. El piloto comenzó la campaña en llamas con un promedio de 30.5 puntos por partidos, 5.3 rebotes, 3.7 asistencias, 50.9% en tiros de campo y un 44.7% en canastos de tres puntos.