Este domingo, Oklahoma City Thunder hizo historia conquistando su primer título desde 2008, cuando la franquicia comenzó a tener esta denominación poniendo fin al legado de Seattle Supersonics.
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Durante este juego 7 de las Finales de la NBA, en el que se llevaron la victoria 103-97 ante Indiana Pacers, es casi inevitable pensar cómo se hubiera desarrollado si el estelar Tyrese Haliburton no hubiese salido del partido por lesión.
Un buen inicio pero el peor desenlace
Para el conjunto de Indianapolis contar con una de sus principales figuras todo el compromiso habría sido el escenario soñado.
Sin embargo, tras comenzar a toda marcha con 3 triples de 4 intentados en apenas 7 minutos de acción, una distensión muscular en la pantorrilla derecha de Haliburton parece haber derivado en una rotura del tendón de Aquiles.
Lo más impresionante es que pese a su escaso tiempo en cancha, antes de desplomarse, fue el jugador que más triples anotó en dicho encuentro, puesto que ambos equipos estuvieron erráticos desde la larga distancia.
¿Cómo habría cambiado el juego?
Si bien CJ McConnell y Andrew Nembhard sirvieron como soporte del equipo en la conducción del juego y también aportaron más de 30 puntos entre ambos (16 y 15 respectivamente), no bastó el rol de la rotación de Rick Carlisle para cubrir una baja tan sensible.
La intensidad de Haliburton y su rol como anotador cuando su equipo lo requiere, ya le permitió marcar diferencias en el primer cuarto, pero también a lo largo de la serie por el campeonato. Por lo tanto, no sería descabellado agregar que ese balance que brinda Tyrese habría permitido que el desenlace fuera diferente o al menos más igualado.