Theoscar Mogollón González | @Theo_Mogollon
El poderío de Denver Nuggets en las Finales de la NBA se notó de principio a fin. Y es que tras derrotar en el quinto juego a Miami Heat (94-89) y coronarse campeones de esta temporada, el único nombre que no podía discutirse para consagrarse como MVP era el de Nikola Jokic.
Durante este encuentro, el serbio volvió a ser determinante para su equipo en casi todos los aspectos, algo que ya era de por sí constante desde el inicio de la postemporada. Jokic sobresalió con 28 puntos, 16 rebotes y 4 asistencias, mientras que en tiros de campo acertó 12 de 16.
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Pero si nos vamos a líneas generales en los cinco compromisos contra Miami, el pívot promedió 30.2 puntos, 14.0 rebotes y 7.2 asistencias.
Asimismo, cabe destacar que en días recientes había registrado una marca en triple-doble que no se veía en la postemporada de la NBA desde hace más de dos décadas. De esa manera, Jokic demostró ser una de las bases sólidas del primer título en la historia de Denver Nuggets.