Harold Capote Fernández
No es como se comienza, sino como se termina, esta es la realidad que arropa a los Celtics de Boston tras realizarse el primer duelo contra los Warriors de Golden State en la Gran Final de la NBA.
El inicio de las beligerancias tiene como escenario el Chase Center de San Francisco, y luego del primer cuarto, los locales comienzan con buen pie, llevándose ese segmenteo 32 a 28. Sin embargo, la visita llega con ímpetu, se hacen del segundo cuarto 28 a 22 para asumir el control del partido en cerrada pizarra de 56 por 54.
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El descanso del medio tiempo permite a los Warriors reestructurar su ataque, retomando el mando 92x80, esto al ganar con buen margen el tercer período, 38 por 24.
Pero el que ríe de último puede hacerlo mejor, dos veces o ambas de modo simultáneo, y el ataque de los Celtics se desborda ante una desencajada defensiva de Golden State, al punto de arrollar 40-16 en los minutos concluyentes de la partida 120 a 108.
El primero de la final es para los verdes, que cuentan con un acertivo trabajo de equipo, siendo importantes el aporte de la mayoría, en esta ocasión Al Horford aporta 26 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias; mientras Jaylen Brown suma 24 tantos, con 7 rebotes y 5 asistencias; Derrick White convierte 21 unidades, más 1 rebote y 3 asistencias; Jason Tatum logra 12 puntos, 5 rebotes y 13 asistencias.
En la mayoría de los apartados, Boston tiene el control: tiros de campo 50.6% por 44.3%; en triples 51.2% por 42-2%; en tiros libres 81.3% por 73.35%, con 33 asistencias por 24, así como puntos logrados en el área de tiros libres, 34 contra 26.
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La segunda confrontación está pautada para este domingo, también en la bahía californiana a partir de las 8 pm hora de Venezuela.