DIARIO AS
Ginóbili vuelve a los Spurs. Sería un titular fantástico si fuera para jugar al baloncesto, pero de la ficción no se vive. Siguiendo la dinámica cultural de una franquicia como la texana, la leyenda argentina regresa al único equipo con el que jugó en la NBA para desempeñar una labor de asesor especial de operaciones. Según ha adelantado Adrian Wojnarowski, el mítico escolta asumirá un papel centrado en el jugador, y se centrará en la formación del mismo tanto dentro como fuera de la cancha.
Manu Ginóbili es uno de los jugadores más icónicos del baloncesto internacional. Campeón de Liga, Copa y Euroliga con la Virtus en 2001, dio el salto a la NBA para ser una referencia deportiva y cultural de los Spurs. Allí participó en cuatro de los cinco anillos de la entidad, siendo un estandarte para los texanos y uno de los hombres de confianza de Gregg Popovich, uno de los mejores entrenadores de la historia y un técnico que añora a sus viejas glorias mientras apura sus últimos años (en teoría) al frente de los Spurs.
Junto a Tony Parker y Tim Duncan, formó uno de los big threes más icónicos de la historia de la NBA y el más ganador de siempre, superando al que formaron en los 80 Larry Bird, Kevin McHale y Robert Parish. Además, Ginóbili es uno de los pocos jugadores (junto a Michael Jordan, Scottie Pippen y LeBron James) que ha ganado el anillo y el oro olímpico en el mismo año (en 2004) y el único argentino que ha disputado más de 1.000 partidos en la mejor Liga del mundo, además de la cara visible de la Generación Dorada de la albiceleste.
El retorno de Ginóbili es acorde a la cultura de los Spurs y la de Gregg Popovich, que siempre ha tratado bien a las estrellas del equipo, con las que ha formado una auténtica dinastía desde que en 1997 Tim Duncan aterrizara en la franquicia. El propio Duncan ejerció de segundo de Popovich durante una temporada antes de dar un paso a un lado y ahora es Ginóbili el que seguirá ligado a la franquicia, con un rol muy relacionado al que ya ejerció en los últimos años de su carrera, en los que actuó como mentor de los más jóvenes mientras dejaba los últimos destellos de una calidad que siempre ha sido inherente a su persona. En definitiva: Ginóbili vuelve a casa. Si es que alguna vez se había ido.