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En un emocionante y memorable encuentro celebrado en el Palacio de los Deportes, el Unicaja de Málaga ha logrado alzarse con su primer campeonato en la Supercopa Endesa, superando al histórico Real Madrid en una final que quedará grabada en la memoria de los aficionados al baloncesto, el resultado final fue de 90 a 80 a favor de Unicaja.
Unicaja se mostró sólido ante el Madrid
Con un juego intenso y decidido, el conjunto malagueño mostró su mejor versión en la cancha, resistiendo cada embiste del rival y demostrando que estaban listos para el desafío. Desde el inicio del partido, el Unicaja dejó claro que no iba a ser un mero espectador en la final.
Con una defensa sólida y un ataque bien estructurado, el equipo malagueño se adelantó rápidamente en el marcador, llevando la iniciativa y estableciendo un ritmo que sorprendió a los merengues. La conexión entre los jugadores y la estrategia del entrenador se tradujeron en un baloncesto dinámico y efectivo, que mantuvo a los aficionados al borde de sus asientos.
El Real Madrid, conocido por su capacidad de reacción y su historia llena de éxitos, no tardó en mostrar su calidad. A lo largo del partido, los merengues intentaron recuperar el terreno perdido, logrando momentos de brillantez que hicieron temer por la ventaja de Unicaja. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos y de algunos destellos de genialidad, la respuesta del Madrid fue insuficiente.
El Unicaja, en lugar de ceder ante la presión, mantuvo su enfoque y determinación, resistiendo los embates de un rival acostumbrado a ganar. Uno de los momentos clave del partido fue el tercer cuarto, donde el Unicaja, liderado por su capitán, mostró una capacidad de respuesta impresionante. Con una defensa férrea y un ataque fluido, lograron mantener la ventaja y, en algunos momentos, ampliarla.
Los más destacados del equipo campeón fueron Kameron Taylor, quien anotó 22 puntos, con seis asistencias, Yankuba Sima contabilizó 14 unidades y Kendrick Perry brilló con 16 canastos.
Unicaja suma su primer título de Supercopa
La afición presente en el pabellón se dejó llevar por la emoción, animando a su equipo con fervor y creando un ambiente electrizante. El encuentro culminó con un marcador final que reflejó el esfuerzo y la dedicación del Unicaja en cada jugada.
Con el pitazo final, el jubilo estalló en la grada, y los jugadores se abrazaron en una celebración que simbolizaba no solo la victoria, sino también la consecución de un sueño largamente esperado. Este título en la Supercopa Endesa representa un hito histórico para el club, que suma así un nuevo capítulo a su rica historia en el baloncesto español.