Desde sus tiempos en la NCAA con la Universidad de Iowa, Caitlin Clark demostró que tenía más que el nivel para llegar a la WNBA y ser la primera selección de su Draft. Tras romper varios récords, quedando como la máxima anotadora (incluyendo masculino y femenino) del baloncesto universitario, la base fue elegida por Indiana Fever para jugar a nivel profesional.
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Pese a haber tenido unos primeros juegos duros, donde ha tenido que adaptarse el ritmo y a lo física que es la liga estadounidense, Clark es la mejor jugadora en su primer año y se pensó que podría estar dentro de la lista de 12 jugadoras que van a representar a Estados Unidos en los Juegos Olímpicos París 2024, pero esto no sería así.
¿Por qué Clark no va a París?
De acuerdo a Christine Brennan, la ausencia de Clark se debe a una preocupación sobre el tiempo de juego que recibiría la base de Fever en París 2024, dentro de una plantilla llena de estrellas y jugadoras con experiencia en competiciones internacionales con el Team USA.
"Otras dos fuentes, ambas veteranas del baloncesto estadounidense con décadas de experiencia en el juego femenino, dijeron a USA TODAY Sports Friday que la preocupación sobre cómo reaccionarían los millones de fanáticos de Clark ante lo que probablemente sería un tiempo de juego limitado en una plantilla apilada era una factor en la toma de decisiones", expresó.
Desde su llegada a la liga, Clark le ha dado un giro 180° a la WNBA y, si bien le ha dado un impulso gigantesco, no todos parecen estar conformes con ella. "Sería una admisión extraordinaria de la tensión que esta sensación multimillonaria, que firma autógrafos a decenas de niños antes y después de cada partido, ha causado en la vieja guardia del baloncesto femenino", aseguró Brennan.