El pasado viernes 1 de septiembre, un juez federal autorizó el pago de al menos 41.5 millones de dólares a los inversionistas perjudicados por el magnate Elon Musk en el 2018, referente a su capacidad financiera para sacar a su empresa Tesla de la bolsa, lo cual fue objeto de demanda.
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De acuerdo a información reseñada en un documento público, el juez Lewis Liman, ordenó inmediatamente la transferencia de los fondos a los demandantes, producto de un acuerdo entre Musk y la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC) en el año 2018.
En aquel momento, el tuit causó revuelo y suspicacia en los especialistas del sector. Mientras que, días después el propio inversor sudafricano Elon Musk, reconoció que no tenía la financiación para ello, además, señaló que ya contaba con la capacidad adquisitiva para comprar las acciones a 420 dólares por título, un valor muy elevado en el mercado para ese entonces.
La confusa situación generó una gran volatilidad en los acciones, que motivó a la SEC y a un grupo de inversores a demandar a Tesla y a Musk por inflar, convenientemente, las cifras.