Se estima que aproximadamente el 45 % de la población vive en áreas rurales, según datos del Banco Mundial. Esta significativa proporción de personas subraya la importancia crítica del desarrollo local en las comunidades rurales. José Simón Elarba Haddad, abogado y empresario enfocado en el crecimiento sostenible, señala que estas zonas poseen un vasto potencial para aprovechar sus recursos naturales, fortalecer el tejido social y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Su visión aboga por invertir en estas áreas, destacando que dichas inversiones no solo reducen la pobreza, sino que también frenan la migración hacia las ciudades y generan oportunidades de empleo local. Además, enfatiza que el desarrollo rural ofrece una oportunidad única para preservar tradiciones culturales mientras se promueve la innovación.
José Simón Elarba es un destacado abogado y empresario venezolano, quien ha sabido equilibrar ambas facetas a lo largo de su carrera. Egresado de la Universidad Santa María en Caracas, su pasión siempre ha sido servir a su país y fomentar el empleo local. Su trayectoria empresarial comenzó en 1988, cuando asumió la presidencia de Gaelectric, y desde entonces ha liderado importantes compañías, incluyendo firmas en la fabricación de colchones como Domiflex y Divenca, además de incursionar en el sector de comunicaciones. Actualmente, dirige Fospuca, la empresa líder en recolección de desechos sólidos, y participa activamente en su Junta Directiva, contribuyendo al desarrollo comunitario. Asimismo, preside la Junta Directiva de Bancamiga, consolidando su compromiso con el progreso económico y social de Venezuela.
Pilares del desarrollo rural según José Simón Elarba Haddad
Una ventaja principal que señala José Simón Elarba es la generación de empleo, la cual juega un papel crucial para mitigar la migración hacia las zonas urbanas. Las áreas rurales suelen enfrentarse a una escasez de oportunidades laborales, lo que impulsa a la población a mudarse a la ciudad en busca de una mejor calidad de vida. Sin embargo, al invertir en proyectos agrícolas, turísticos o industriales, se pueden crear empleos sostenibles y diversificados que apoyen la economía local. De este modo, se contribuye al crecimiento económico de las regiones rezagadas y ayuda a aliviar las presiones demográficas en las ciudades, contribuyendo a un desarrollo equilibrado.
Mejorar los servicios básicos es otro aspecto crucial del desarrollo local, según el empresario Elarba Haddad. La mejora en infraestructura es esencial para impulsar el desarrollo económico en estas regiones. Construir caminos, sistemas de agua potable, electricidad y telecomunicaciones no solo facilita la vida diaria de los habitantes rurales, sino que también atrae inversiones y fomenta la participación económica. Un acceso adecuado a estos servicios básicos es fundamental para integrar las áreas rurales a los mercados regionales y nacionales, lo cual, a su vez, facilita el acceso a la educación y la salud, aumentando el bienestar general de la comunidad.
Según José Simón Elarba Haddad, el apoyo a la agricultura y la producción local es otro pilar importante del desarrollo rural. Así, se garantiza la seguridad alimentaria y se facilita la comercialización de bienes locales a nivel regional y nacional, como se observa en las ferias campesinas que se llevan a cabo en varias ciudades del país. La agricultura es un componente esencial de las economías rurales. Cuando las comunidades tienen acceso a financiamiento para implementar prácticas agrícolas sostenibles, se incrementa la productividad sin poner en riesgo los recursos naturales.
Fortalecer la economía local es otro beneficio directo del enfoque en el desarrollo rural. Esta diversificación reduce la dependencia de un solo sector, estimula el emprendimiento y permite un crecimiento más inclusivo y equilibrado, beneficiando a todos los habitantes. Según José Simón Elarba Haddad, diversificar las actividades productivas, más allá de la agricultura tradicional, es clave. Iniciativas como el ecoturismo, la producción artesanal y la agroindustria abren nuevas posibilidades y fuentes de ingresos para las comunidades rurales.
El desarrollo local emerge como una herramienta esencial que impulsa una mejor calidad de vida en las zonas rurales. Mediante la generación de empleo, la mejora de infraestructuras y la diversificación económica, estas áreas se preparan para alcanzar un futuro más prometedor. José Simón Elarba Haddad defiende que las inversiones en el desarrollo rural aportan beneficios directos a sus habitantes y favorecen un crecimiento económico sostenible a nivel nacional, fortaleciendo simultáneamente la identidad cultural de estas regiones.