Javier Assad, el lanzador tijuanense de los Cachorros de Chicago ha sorprendido a propios y extraños con una efectividad que lo coloca en la élite de los serpentineros del momento. Con una efectividad de 1.66, Assad se ha convertido en el líder indiscutible de la Liga Nacional y se posiciona en el cuarto lugar en todas las Grandes Ligas.
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La habilidad de Assad para mantener a raya a los bateadores es evidente en su bajo promedio de bateo de los oponentes, que se sitúa en .202. Esta cifra no solo lo coloca como octavo en las Grandes Ligas, sino que también refleja su dominio en el montículo, donde ha permitido dos o menos carreras limpias en cada una de sus siete aperturas de la temporada.
La consistencia de Assad es notable, extendiendo a 12 su racha de aperturas consecutivas permitiendo dos o menos anotaciones limpias. Este rendimiento no solo ha beneficiado a los Cachorros de Chicago, sino que también ha puesto su nombre en la conversación para el Juego de Estrellas, donde podría ser uno de los grandes protagonistas.
El éxito de Assad no es casualidad. Su trabajo duro y dedicación se reflejan en cada lanzamiento, cada juego, cada victoria. Con cada salida, el mexicano fortalece su caso para ser considerado uno de los mejores lanzadores de la temporada y, posiblemente, para obtener honores más allá de la temporada regular.
Con Javier Assad en la loma, los Cachorros tienen más que un as: tienen a un jugador que está redefiniendo lo que significa ser un pitcher exitoso en las Grandes Ligas. Y para la afición mexicana, él es un motivo de orgullo y una fuente de inspiración para las futuras generaciones de peloteros latinos.