Como ya es costumbre en las noches mágicas de la Champions League, los partidos jamás defraudan a los fanáticos de este hermoso deporte. Real Madrid y Manchester City miden fuerzas en el partido de vuelta de los Cuartos de Final del certamen, para definir quien será el afortunado equipo de clasificar a la próxima instancia.
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En la ida, el global resultó en tres goles por cada conjunto. Sin embargo, no todo podría quedar así. En el choque definitorio los merengues se pusieron adelante en el marcador cuando apenas habían transcurrido 12' minutos de primer tiempo.
Rodrygo Goes fue el encargado de batir las redes defendidas por Ederson, luego de una gran jugada de Jude Bellingham y una asistencia de lujo de Vinicius Jr. Pero los dirigidos por Josep Guardiola no se quedarían de brazos cruzados, pues necesitaban más que nunca producir juego ofensivo.
Con una versión un poco más activa de Erling Haaland, un Phil Foden incómodo para marcar y la bonita pegada de Kevin De Bruyne, los ciudadanos empezaron a guiar de mejor manera el compromiso.
Desde el tiro de esquina y con los 45' minutos cumplidos en el reloj reglamentario, De Bruyne intentó sorprender al portero Andriy Lunin con un centro que se cerró en demasía y resultó en una búsqueda de gol olímpico.
El defensor de los tres palos del Real Madrid reaccionó con apenas las uñas de su mano derecha para desviar la esférica. Todo parecía estar encaminado para un grito sagrado a favor de los que visten de azul, pero el ucraniano lo evitó como pudo.