Este 26 de diciembre, la Ciudad de México comenzó a experimentar una inversión térmica a 3050 metros de altura. La información fue divulgada en un reporte a las 11:00 horas mediante la cuenta oficial del gobierno de la CDMX, la cual proporciona datos sobre la calidad del aire.
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Este fenómeno ambiental se generó de manera inusual, pues anteriormente el Sistema de Monitoreo Atmosférico había descrito buenas condiciones de calidad de aire.
Por ende, se mantiene el monitoreo continuo de las condiciones atmosféricas en el área. Además, se reportó la intensidad de la inversión térmica de 0.8 y 0.6 grados Celsius, la espesura entre 275 y 125 metros, y la temperatura de ruptura que oscila los 13 y 18 grados.
Aunque los habitantes de la CDMX conocen este fenómeno atmosférico, deben tomar las previsiones necesarias para no enfrentar riesgos de salud.
“Las inversiones térmicas son importantes en términos meteorológicos, ya que limitan el flujo atmosférico del aire sobre el área en donde se encuentran”, señaló el SMCA.
¿Cuál es el impacto de la inversión térmica?
De acuerdo a las autoridades, el fenómeno afecta directamente la calidad del aire y “pueden provocar un aumento en la concentración de la contaminación debido a que atrapan contaminantes muy cerca del suelo”.
Recientemente, la Secretaría de Medio Ambiente capitalino anunció la activación de una fase preventiva, dada la mala calidad del aire. En esta ocasión, la duración fue de dos horas y el día de Navidad fue suspendida la medida.
De hecho, las autoridades recomiendan a la población evitar las actividades al aire libre, debido a que podría causar enfermedades respiratorias. Igualmente, se sugiere retomar el uso de tapabocas y restringir las salidas en este período.
Finalmente, la inversión térmica es originada por una falta del movimiento del aire y los contaminantes se mantienen en el aire, considerándose un desafío de la calidad del aire, principalmente en la región central de México.