Samuel Aldrey /@SamuelAldrey
Había preocupación si el Australian Open no sería entretenido sin Novak Djokovic, el número uno de la clasificación ATP, pero Nick Kyrgios solo necesitó de un rato en la pista para acaparar los focos: cerveza, selfies y puntos con golpes poco ortodoxos hicieron al público levantarse de su asiento.
El australiano debutó en la madrugada en el torneo con victoria sobre el británico Liam Broady y Nick no tuvo piedad al deshacerse con relativa facilidad por marcador de 6-4, 6-4 y 6-3, pero fueron sus excentricidades las que dejaron una impronta en su primer partido del año en un Grand Slam.
El show no tardó en hacerse presente en la pista John Cain, pues a los cinco minutos con 40-0 a favor, Kyrgios decidió que quería ganar su juego de servicio con un estrategia poco convencional y demasiado ornamental: un saque entre las piernas, una acción que le hizo ganar el punto, pues Broady envió su devolución fuera de la pista. Un error no forzado, por un saque forzado para entretener.
Después durante el partido el australiano no paró de intentar hacer puntos con un poco de magia y estilo. Kyrgios utilizó constantemente el golpe entre las piernas, un recurso dejado en últimas instancias para Kyrgios es la primera opción, siempre.
Una selección que pone en detrimento su juego de piernas, pues llega forzado a las pelotas, pero para el público es un entretenimiento sublime. Más de dos veces lo hizo y hasta sacó una sonrisa a Broady, es lo que tiene jugar contra Kyrgios: te puede divertir o sacar de quicio.
El golpe entre las piernas de Nick / (EFE)
Así fue durante todo el partido un show total que culminó con una celebración a los Cristiano Ronaldo y posteriormente jugueteó con la grada. Se tomó selfies, dio autógrafos e incluso cuando un vaso de cerveza se le apareció en medio, no dudó en pegarle un sorbo para festejar el triunfo. Claro, todo en contra de las normativas y protocolos sanitarios, pero así es el show de Kyrgios, un jugador siempre rebelde.
Ahora en segunda ronda le espera Daniil Medvedev, número dos del mundo y principal favorito de llevarse el Australian Open. Kyrgios contra el ruso no podrá estar tan relajado.