Tras la finalización del Título 42 el 11 de mayo, Estados Unidos ha anunciado la apertura de centros de procesamiento migratorio en América Latina. Estos centros permitirán a las personas interesadas en emigrar solicitar el estatus de refugio en busca de protección y seguridad.
Es importante destacar que existe una diferencia entre los términos "asilado" y "refugiado" según las leyes de los Estados Unidos. Ambos conceptos se refieren a personas que buscan protección en el país debido a persecuciones o temores fundados en sus lugares de origen, pero la distinción radica en el momento y el lugar donde se solicita dicha protección.
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La abogada especialista en Migración, Lesbia Moreno, aclara que tanto los refugiados como los asilados deben demostrar situaciones similares antes de obtener su estatus. “Tanto a las personas que han sufrido persecución como aquellas que temen ser perseguidas por motivos de raza, religión, nacionalidad, grupo social u opinión política, se les puede otorgar el estatus de refugiado o asilo”, explicó.
De acuerdo con la legislación estadounidense, el estatus de asilo es una forma de protección disponible para aquellos que cumplen con la definición de refugio y se encuentran dentro del territorio estadounidense o solicitan admisión en un puerto de entrada.
Con la apertura de estos centros de procesamiento migratorio en América Latina, se brinda una oportunidad para que las personas que buscan protección puedan acceder a un proceso más cercano y facilitado en su región, evitando la necesidad de realizar travesías peligrosas o arriesgarse a situaciones adversas en su viaje hacia Estados Unidos.
¿Quiénes son considerados refugiados?
En contraste, los refugiados son individuos que cumplen con los siguientes criterios:
- Se encuentran fuera de sus países de origen y no pueden o no desean regresar debido al temor de sufrir un peligro inminente.
- Representan un interés humanitario especial para Estados Unidos.
- No han sido reasentados de manera permanente en otro país.
- Pueden demostrar haber sido perseguidos o tener temor de ser perseguidos por motivos de raza, religión, nacionalidad, opinión política o pertenencia a un grupo social específico.
Aquellas personas a las que se les otorga el estatus de refugiado deben contar con apoyo financiero para cubrir los gastos de viaje y subsistencia inicial una vez que lleguen a Estados Unidos.
"Por esta razón, muchas veces se requiere el respaldo de una persona o una organización de derechos humanos o religiosa que brinde apoyo a estos individuos. Algunos refugiados ya tienen familiares establecidos en el país, quienes pueden brindarles ayuda", explica Moreno.
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La abogada asegura que a aquellos que poseen el estatus de refugiado, el país norteamericano les garantiza ciertos derechos, como la protección contra la expulsión, la no discriminación, acceso a la educación, vivienda, justicia y libertad de culto.