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Hipismo

De Diamela a Mayoral: 60 años de historia del Clásico José María Vargas

Por Meridiano

Viernes, 18 de septiembre de 2020 a las 11:28 am

Richard Quiñónez / @Richardq0511

Cuando Diamela cruzó la meta en ganancia en la primera edición del Clásico José María Vargas por allá por los, ya lejanos, años 60 del siglo XX, quizá pocos hubiesen pensado que estaban en presencia, no sólo de la que ha sido considerada una de las mejores yeguas del hipismo venezolano, sino de una prueba que se institucionalizaría en el calendario hípico nacional como una de las más importantes y que 60 años después estaríamos aquí, escribiendo sobre lo que podría ser el desenlace de una nueva edición.
A lo largo de la rica historia del “Vargas” han sido innumerables y muy destacados los nombres de los equinos ganadores, verdaderas leyendas de la conducción de purasangres y del entrenamiento han visitado el paddock de ganadores en tardes memorables en cada “Vargas” disputado. Comenzando con la propia Diamela que fue conducida por el chileno Balsamino Moreira y preparada por Antonio Jacial, dos grandes e inolvidables figuras del hipismo nacional.


Sólo seis ejemplares han logrado ganar en dos ocasiones este clásico: En 1964 y 65 lo hizo Rompemar, el pupilo del stud Papá Juan entrenado por Abigail Colmenares lo hizo con Moreira y Walter Carrión en la silla respectivamente. En 1971 y 72 fue el ejemplar Don Luis. En 1973 el ganador fue el caballo Inteligente que representó el primer triunfo para el “monstruo” Gustavo Ávila en este evento. Este mismo ejemplar repitió dos años después, en 1975, pero esta vez con el jinete Argenis Rosillo, siempre entrenado por Millar Ziadie. Así llegó la década de los noventa y un ejemplar hizo vibrar al estado que precisamente llevaba el nombre del homenajeado en esta prueba, Sun Magic, propiedad de José Luis De Freitas, se impuso en el “Vargas” de 1993 y 94, preparado por Julio Ayala Coronil y con la conducción de José Martín Toro. En 1998 el inolvidable El Gran Sol, con la monta de José Javier Zerpa y entrenado por César Cachazo se llevó el Clásico y volvió en el nuevo milenio para acreditarse nuevamente el triunfo en el año 2000 pero esta vez con el desparecido Douglas Valiente en la silla. Y el último equino que ha podido duplicar la victoria en el Clásico José María Vargas fue My Own Bussines. El hijo de Voyaguer que preparó Antonio Bellardi lo ganó en el 2001 y 2002 siempre con Emisael Jaramillo en el lomo.


Nombres de altura.


En la historia del Clásico José María Vargas son muchos los grandes nombres de ejemplares que sumaron a esta competencia como una de sus muchas victorias y que pasaron a la posteridad como emblemas de un hipismo nacional plagado de innumerables ídolos: Diamela, Polizón, Rompemar, Don Luis, Inteligente, Gran Tiro, Auroreño, Negresco, Trinycarol, Giovanotto, Mantle, Don Fabián, Bratislava, Sun Magic, Astur, El Gran Sol, My Own Bussines, Sibarita, Taconeo, King Seraf, Tato Zeta, son sólo algunos de los grandes nombres de inolvidables equinos que a su paso por las pistas venezolanas anexaron a su interminable vitrina el trofeo del “Vargas”.


“Jara” y Ayala los líderes.


En una historia como la del Clásico José María Vargas destacan muchos profesionales (jinetes y entrenadores) pero son Emisael Jaramillo y Julio Ayala quienes han logrado el mayor número de triunfos en este evento hípico. El jinete guariqueño Emisael Jaramillo lo ganó en 1999 con Raen, justamente haciendo yunta con Julio Ayala. En 2001 y 2002 Jaramillo condujo al inmortal My Own Bussines. En 2005 llevó hasta la meta al raudo Sibarita, el hijo de Slew Prince que entrenó el desaparecido Daniel Pérez García. En 2006 otra vez “Jara” se llevó el triunfo con Water Music. En 2009 volvió al paddock de ganadores en un “Vargas” con el ejemplar Taconeo y su último triunfo en esta competencia fue en 2012 con Heisenberg.


Por su parte el legendario entrenador Julio Ayala Coronil “el rey de la larga” conquistó el “Vargas” en siete ocasiones: En 1980 con Negresco, en la prueba que él mismo preparador ha calificado como una de las más importantes de su dilatada y exitosa carrera como entrenador de purasangres. De 1993 hasta 1995 el “Vargas” fue de Julio Ayala, los dos primeros años con Sun Magic y luego con Traffic Express. En 1997 fue Pedernal el que le brindó la gran satisfacción a Julio Ayala. En 1999 cerró el siglo XX con Raen. Y en 2008 puso la guinda a su extraordinaria carrera con el triunfo de Hedonista.


Carrera pareja.


La edición de 2020 trae un lote de ocho ejemplares en el tradicional recorrido de 2000 metros o dos kilómetros. Lo encabeza el veloz Sun Cab, el veloz importado en vientre del Haras Urama que entrena Carlos Luis Giardinella y conducirá Jean Carlos Rodríguez. Ganador de 10 carreras en 16 actuaciones. Va por su reivindicación luego de fracasar en su más reciente en el Clásico Virgilio Decán y en distancia de 1.800 metros.


El ejemplar Valrazio, un hijo de Champlain del haras La Primavera que entrena César Cachazo y conducirá el joven Samuel Marín, al igual que Sun Cab, no fue el mismo en el Clásico Virgilio Decán, venía dominando al lote selectivo consecutivamente pero fracasó rotundamente y se espera que vuelva a su mejor condición.


El campeón del Caribe, The Brother Slew, el hijo de Slew’s Tizzy del Haras Los Samanes presentado por Rohemy Gámez y conducido por Franklin González Jr, viene de reaparecer luego de su actuación en Gulfstream Park y lo hizo en buena forma, ahora mucho más puesto será uno de los candidatos a la victoria.


Apistos, otro de los más veloces, un hijo de Deliberately del Haras Oropal, entrenado por Fernando Parilli y que montará el inspirado Carlos Rojas. Viene a reaparecer luego de mucho tiempo sin ver acción en pruebas públicas pero posee mucha calidad y nada de extraño tendría que se impusiera en esta prueba.
El sorpresivo Switch Hitter, el mata gigantes hijo de Da’Tara del Haras Los Aguacates preparado por César Cachazo y monta de Adrián Castellanos. Viene de meterle las cabras en el coral al lote selectivo y otra vez es serio enemigo por su bestial remate que cuando lo hace efectivo deja sin oportunidad a sus rivales.
My Racing Mate, otro del Haras Los Samanes y otro hijo de Slew’s Tizzy, de la caballeriza de Rubén Lanz y conducido en esta ocasión por Cipriano Gil. Es un ejemplar consecuente, siempre en la batalla y en cualquier momento logra un triunfo importante. Por su parte, los ejemplares El Gran Perseo y Asieselmaní van en búsqueda de la sorpresa en una prueba que desde el momento de la inscripción ha generado grane expectativa como cada edición del Clásico José María Vargas en los últimos 60 años.

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