Redacción Meridiano
A pesar de que tanto jugadores como cuerpo técnico continúan dando resultados negativos en las PCRs para detectar coronavirus, el seleccionador español Luis Enrique ha creído necesario reforzar la plantilla del combinado español llamando a Albiol, Brais, Soler, Fornals y Carlos Soler en medio de la cierta polémica despertada por la supuesta tardanza en vacunar a los jugadores, algo que para algunos analistas ha dado como resultado un debilitamiento de la selección española de cara al torneo europeo.
Quién es quién
Aunque se suele decir que cada aficionado al fútbol lleva un seleccionador dentro, lo cierto es que es Luis Enrique quién decide cuáles van a ser los jugadores que defiendan la camiseta en la Eurocopa, y por parte de la Selección española estos son los que están llamados a jugar el torneo, le guste a quién le guste y le disguste al que le disguste.
De Gea, Unai Simón y Robert Sánchez para defender la portería, los cuales vienen directos del Manchester United, el Athletic Club de Bilbao y el Brighton & Hove Albion F. C. respectivamente.
En la defensa; Azpilicueta, Pau Torres, Gayá, Laporte, Diego Llorente, Jordi Alba y Eric García, del Chelsea (campeones de la Champions), el Villarreal (campeones de la Copa de la UEFA), el Valencia, Leed, Manchester City, FC Barcelona (campeón de la Copa del Rey 2020-2021) y de nuevo Manchester City respectivamente.
Marcos Llorente, Fabian, Koke, Thiago, Sarabia, Busquets, Rodrí y Pedrí se encargarán de distribuir el juego en el centro del campo, siendo jugadores del Atlético de Madrid (precisamente el equipo esponsorizado por el bróker Plus500 viene de ganar el último campeonato de la Liga Santander en un tramo liguero final de infarto), el SSC Nápoli, el Atlético de Madrid una vez más, el Liverpool, el PSG, FC Barcelona, Manchester City y FC Barcelona otra vez.
Para hacer bueno el trabajo del resto del equipo, se encargarán de hacer subir los tantos al marcador los siguientes delanteros; Adama, Gerard Moreno, Oyarzabal, Dani Olmo, Morata y Ferrán Torres, del Wolverhampton Wanderers, el Villarreal, la Real Sociedad (campeones de la Copa del Rey 2019-2020, final que se jugó esta temporada por culpa de la pandemia del coronavirus), RB Leipzig, Juventus y Manchester City, respectivamente.
Una selección internacional
La selección española tradicionalmente se ha nutrido en un porcentaje muy elevado de jugadores que están desarrollando su carrera deportiva principalmente en la competición liguera nacional, pero basta echar un vistazo a la última convocatoria para ver que la tradición se ha roto, y la diáspora de jugadores españoles en clubs de todo el mundo se ha reunido para tratar de revalidar las Eurocopas de 2008 y 2012, que se constituyeron como el segundo y tercer títulos europeos levantados por los españoles (cuya guinda fue el título mundial conseguido en el Mundial de Sudáfrica del 2010, cuatro años en los cuales el fútbol español saldó una deuda con la historia), ¿Cómo pasó el fútbol español de la zona media-alta a la cúspide mundial? Existe una interesante explicación que justifica dicha evolución.
Ley Bosman
Grosso modo, la Ley Bosman hace referencia a una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE de Luxemburgo en la cual establecía que los jugadores comunitarios no ocuparían plaza de extranjeros, sentencia que revolucionó el fútbol, ya que es habitual que las legislaciones nacionales limiten el número de extranjeros en sus clubs, dicho de otro modo, los clubs no sólo podrían llenar sus filas de los mejores jugadores de la UE, sino que estos dejaban su plaza de extranjeros libres para jugadores sudamericanos (territorio que históricamente ha dado algunos de los mejores jugadores) afluyendo una gran cantidad de talento a Europa, algo que en un principio asustó a los respectivos nacionales, ya que si se llenaban los clubs de jugadores extranjeros ¿qué sería de las selecciones nacionales? Y este lamento fue especialmente lastimero en España, hasta que terminó por ocurrir justo lo contrario que temían los agoreros.
Y es que aunque realmente la cantidad de jugadores disponibles para la selección española ciertamente era menor, también era verdad que estos jugadores estaban jugando con y contra los mejores jugadores del mundo, en las competiciones de fútbol más seguidas del mundo, y de hecho tan sólo 13 años después de la Ley Bosman, España ganó tres de los cuatro títulos internacionales que hoy en día adornan sus vitrinas, haciéndonos recordar de nuevo que lo que a priori puede ser malo a veces termina tornándose en bueno y viceversa.