Gabriel Sayago
Luego de las últimas noticias de Eden Hazard, el internacional belga se encuentra en un momento de tensión en el que debe responder a la alta exigencia que demanda ser un fichaje estrella del Real Madrid.
Hace pocos días se reveló que el equipo merengue desembolsó 160 millones al Chelsea por el traspaso de Hazard, según el diario belga ‘HLN Sport’. La operación estaría saldada en tres pagos: 40, 56 y 64 millones hasta el 2022. Cabe destacar que el Real Madrid informó que pagó por el traspaso del belga unos 100 millones de euros más 30 en variables. Hasta los momentos, ningún dirigente del club se ha pronunciado ante la supuesta nueva cifra.
Además, el seleccionador de Bélgica, Roberto Martínez, explicó que la lesión que ha lastrado a Hazard durante casi un año tendrá secuelas por el resto de su carrera.
“El tobillo está bien, Hazard jugó sin dolor contra el City (…) Tendrá que controlarlo durante toda su carrera, con tratamientos antes y después de los juegos”, dijo Martínez. Las declaraciones del técnico no auguran que el ex Chelsea vaya a jugar tanto como desearían en el Bernabéu.
Hazard ha sido autocrítico consigo mismo señalando que su primera temporada con el Madrid ha sido mala, aunque según opina será juzgado en la segunda que arrancará en pocos días. "Depende de mí estar en buena forma el próximo año", añadió.
Acusado de sobrepeso hace un año y un arranque lento, el belga tuvo buenos momentos con la casaca blanca hasta que en un partido de Liga de Campeones frente al París Saint-Germain el 26 de noviembre su compañero de selección Thomas Meunier realizó una fuerte entrada minifracturandole el tobillo derecho.
No obstante, y principalmente por una lesión muscular y dos óseas, cerraba así un decepcionante primer acto de blanco: 1.545 minutos en 22 encuentros (16 de Liga y 6 de Champions), un gol y cuatro asistencias.
Una producción de 0.05 de media goleadora cuando a lo largo de su carrera ha promediado 0.28 en ese rubro. En sus últimas 3 temporadas en Chelsea, Hazard produjo 0,37 goles por partido, razón para que los aficionados merengues no pierdan la esperanza de ver una buena versión del belga.