24 Lunes | 10:42 am
Sencillamente fue una noche espectacular la que protagonizó Lionel Messi en este Clásico. Tratar de explicarlo con palabras no le haría honor a todo lo que puso de sí el argentino sobre el césped del Santiago Bernabéu (sangre incluida) para conseguir una victoria que no solo revive LaLiga, también impulsa a todo el barcelonismo que andaba alicaído.
Messi comenzó jugando un papel decisivo y principal que estaba acorde con la envergadura del duelo, del rival, y sobre todo, de su estatus. Viendo el partido con un amigo dije que Messi estaba haciendo un partido muy bueno y me espetó que no, que “si eres el mejor del mundo, con eso no basta”. En lugar de habérmelo dicho a mi pareció haberlo susurrado al oídio de Messi porque en ese instante se desató por completó e hizo prácticamente lo que le dio la gana.
No le bastó con dominar cada detalle del encuentro, en realidad hizo una serie de cosas que terminaron con una nueva foto mítica para historia: la suya sosteniendo su camisa frente a todo el Bernabéu.
Veamos, bailó a Casemiro como le dio la gana, minando toda su confianza y paciencia, al punto de que generó la tarjeta amarilla del brasileño y, si el árbitro hubiera sido correcto, hasta dos amarillas más (si fuera posible) hubieran tenido que sacarle por sendas faltas que le hizo; recibió un codazo brutal de Marcelo que lo dejó “semi K.O” en el césped y sangrando, para luego como un guerrero de mitología levantarse, paleando su herida con una venda, marcar un golazo dejando retratado a un mal Kroos y amagando con mucha clase a Carvajal, de forma tan sutil y hermosa; le dio chance de obligar a Keylor Navas a hacer una parada tras un zurdazo de fuera del área; forzó una roja directa, tan rigurosa como cobrable, a Sergio Ramos por una entrada peligrosa; provocó otra amarilla para Kovacic, que había entrado por Casemiro para evitar su expulsión; y luego de todo ese despliegue de calidad, silenció al estadio entero culminando una contra con un gol en el minuto 92 y enseñando la camiseta de forma retadora simplemente diciendo: “el que hizo todo esto fue la persona a quien pertenece esta camisa”.
El 10 del Barcelona es un jugador definitivamente superlativo al que solo Cristiano Ronaldo puede comparársele. Su habilidad para decidir partidos raya en lo antológico y cuando más necesitas su ayuda sabes que te responde. Escuchar que no aparece en momentos claves; que se escondió en Champions ante la Juventus; o que tenía seis Clásicos sin marcar; nada de eso importa porque como un huracán desencadenado arrasó él solito, puede que también con unas manos providenciales de Ter Stegen, el partido ante el Real Madrid.
Una vez más Messi demostró porque es el fútbol el deporte más hermoso que hay sobre este planeta, me recordó la razón por la que amo con locura este juego y admiro al argentino desde que él tenía 17 años; y también que un solo momento te puede llevar del infierno al cielo. Aunque el Madrid depende de sí mismo para ganar el campeonato, Messi con un partidazo dice que aún hay Liga.
25 Sabado | 10:39 am
Manuel Vargas | @MA_Vargas7
La Vinotinto viene gestando desde hace un tiempo para acá un cambio generacional que se pedía a gritos; tanto por los aficionados, algunos sectores de la prensa y también la propia selección que necesitaba cambiar cosas debido a los malos resultados.
Paulatinamente este cambio se ha dado en los últimos duelos de eliminatorias. Gran mérito y acierto en ello lo tiene Rafael Dudamel, porque está preparando a los que serán los pilares de la futura escuadra criolla, pero hay algo que deja cierto resquemor y es el tema de los laterales.
Una posición tan fundamental en el fútbol actual y en la que Venezuela solo tiene un especialista (con nivel de selección), pero este ni si quiera es convocado. Roberto Rosales, en mi opinión, es el mejor jugador venezolano en el extranjero. Ese escalafón lo compartía junto con Tomás Rincón, sin embargo por razones obvias (la falta de minutos con la Juve), deja al caraqueño solo en ese renglón.
Rosales ve minutos con regularidad desde que inició la campaña con Málaga, de hecho ha tenido tres entrenadores en lo que va de temporada y para todos ha sido un indiscutible; renovó hace poco con el equipo, lo que demuestra la confianza que le tienen; y no es solo por esta campaña, ya tiene tres años en España desplegando toda su calidad y compartiendo méritos en sectores como los de minutos jugados en Liga con figuras como Cristiano Ronaldo. Un verdadero crack en su posición, que se ha convertido en uno de los pilares del equipo andaluz actual. No en vano se han creado rumores de que el Sevilla, Atlético de Madrid o Barcelona lo han tenido en el punto de mira para ficharlo, por lo que se hace más inentendible su ausencia dentro de la selección.

Ante Perú el primer gol llegó por una desatención de Rolf Feltscher en la banda izquierda, que combinada por el pasotismo de todo el equipo generó el tanto. Y en la derecha Alexander González comenzó bien, pero con el correr de los minutos no ayudó a atacar y en defensa le ganaron muchas veces las espaldas.
Ojo nadie es perfecto y es más bien de alabar el intento que hacen ambos para jugar en posiciones que no son las suyas, porque González juega como volante por derecha en el Huesca y Felstcher lo hace como central en el Zaragoza. Ciertamente no se trata de achacar culpas, porque el esfuerzo de los dos es apreciable, pero también es cierto que se cometen muchos fallos por no estar en sus puestos naturales.

Los Cichero, Gónzalez, Vizcarrondo, entre otros, están dando paso a la sangre nueva de los Herrera, Soteldo Zambrano o Fariñez; pero es muy pronto para un Rosales que en unos meses cumple 29 años. De hecho Rincón y Chrsitian Santos, convocados para estas fechas, tienen la misma edad y Alejandro Guerra tiene 31 años, algo que hace descartar que su “no convocatoria” sea una cuestión de edad.
Al finalizar el próximo ciclo mundialista, el de Qatar 2022, el lateral contaría con 33 años; es decir que durante el camino podrá ayudar mucho al equipo, tanto en el campo con bueno minutos como aportando experiencia a los más jóvenes.
En las próximas eliminatorias uno de los temas en los que habrá que centrarse será en los laterales. Primero para encontrar un remplazo de garantías a Rosales y segundo para hallar a un lateral izquierdo que sea especialista en esa demarcación. González y Víctor García se asoman como buenas opciones para la derecha y quedan partidos en estas eliminatorias, más aún que Venezuela no se juega más que el honor, para probar algunos futbolistas jóvenes en ambos costados.
Sin embargo, Rosales ha sido uno de los pilares en esta era de la selección, ofreciendo siempre un buen rendimiento cuando ha saltado al campo, así que jubilarlo tan pronto no me parece lo correcto y más porque se ve que todavía le quedan muchos minutos en sus botas que pueden ayudar a Venezuela, para conseguir puntos y enseñar a estos jóvenes que está preparando Dudamel lo que significa ser un lateral derecho en esta nueva Vinotinto que se está gestando.
6 Sabado | 10:36 am
Manuel Vargas Vilera/@MA_Vargas7
Dentro de poco comenzará la temporada 2016-2017 en España y los dos equipos más grandes de la llamada “Liga de las Estrellas” se encuentran trabados en objetivos que antes de acabar la pasada campaña parecían primordiales y ahora lucen olvidados.
El Real Madrid con una sanción (que se va a apelar, pero que muy probablemente esto no resuelva nada) por el mal fichaje de menores de edad se verá en el mismo caso que el Barcelona hace dos años, por lo que no podrá fichar en dos ventanas de compras. Viendo este panorama, es prácticamente el único equipo grande en Europa que no se ha movido para adquirir nuevas piezas, pero ¿es eso tan grave?
Al equipo que ganó la Champions League con una plantilla muy completa (catalogada por la revista Forbes como la más valiosa del mundo) no deberían hacerle falta muchos fichajes de relumbrón. Los regresos de Álvaro Morata y Marco Asensio dan un nuevo aire a la plantilla y cubren puestos específicos. Cierto deben salir jugadores, Isco y James Rodríguez son los más señalados, sin embargo el primero es del agrado del Zidane y el segundo es una mina de oro para Florentino Pérez (yo estoy más del lado de Zidane), pero uno de los dos va salir; y a partir de allí la plantilla tiene los puestos cubiertos... o casi todos.
El único fichaje para mi debía ser N’Golo Kanté, para cubrirle las espaldas a Casemiro (único en la plantilla que no tiene recambio), al no poder fichar al francés (se fue al Chelsea), fichar a una superestrella por un precio desorbitado desequilibraría el buen ambiente del equipo, algo que Zinedine Zidane no está dispuesto a perder. Paul Pogba era el anhelo, pero al no llegar (si llegaba Kroos o Modric debían irse) ya no hay necesidad de buscar más. Confiar en un jugador como Marcos Llorente sería la mejor solución; que en pretemporada no ha desentonado y cuando le tocó jugar por el brasileño lo hizo de buena forma.
Confiar en Llorente, el regreso de Morata y Asensio, además de la posible cesión de Jesé y alguna salida en la mitad de la cancha dejaría una plantilla muy compensada de cara a lo que se viene. El mercado está abierto hasta el 31 de agosto y como dijo Zidane todo podía pasar, pero si llega alguien otro deberá irse y viendo lo que hay disponible en el mercado ¿hay algo suficientemente bueno para el Real Madrid?
“Delantero, delantero ¿dónde estás que no te veo?”
En la ciudad condal se ve todo lo contrario. Un gran equipo que conquistó el doblete (Liga y Copa del Rey) se está moviendo más de lo que debería, y necesita.
Los fichajes de Samuel Umtiti, Lucas Digne, Denis Suárez y André Gomes son muy buenos, pero en puestos perfectamente cubiertos. Además, generando problemas que no se veían en el conjunto blaugrana desde hace tiempo y por estos fichajes se añade el fiasco de las salidas.
Vender no es fácil para los equipos grandes, pero el Barça lo está haciendo rematadamente mal. Los jugadores salen por precios pírricos o a coste cero (Dani Alves, Alex Song, Adriano, etc) algo que trae mal a los seguidores del conjunto catalán, que ven como compran caro y no ganan nada en ventas. Pero lo que más preocupa son dos puestos en concreto: el lateral derecho y el cuarto delantero.
Para lo primero se dice que se cuenta con Aleix Vidal y Sergi Roberto; pero ninguno es un lateral puro, son medios reconvertidos aunque esto no parece preocupar mucho, debería ser un caso en el que poner la lupa. Y la cuestión del delantero si trae de cabeza a todos, porque ninguno de los que han sondeado quiere venir.
Muchos han sido los elegidos pero de todos reciben la misma respuesta “yo quiero jugar”. Con la MSN (Lionel Messi, Luis Suárez y Neymar) ninguno que venga tiene opciones reales de jugar y eso no gusta. Estar una temporada esperado por minutos “basura” o alguna posible lesión no es el sueño de ningún jugador de elite, pero la nula confianza en Munir hace que se salga al mercado y que hasta ahora no haya dado resultados. Este será un asunto difícil de resolver, aunque cuentan hasta el 31 de agosto para hacerlo.
Ojo, estos “percances” no son grandes escollos para un equipo que tiene a la MSN, a Andrés Iniesta, a Sergio Busquets o a Ivan Rakitic. La calidad y el buen juego en este equipo están garantizados, pero serían mucho mejores cubriendo los puestos que de verdad necesitan, aunque sin ninguna duda vuelven a ser el candidato número uno para ganarlo todo.
Ambas escuadras son muy buenas y ambas tienen asuntos pendientes. El tiempo corre y aunque las dos plantillas lucen muy bien en el papel, cubrirse las espaldas con buenos fichajes (en los lugares justos) ahorraría muchos dolores de cabeza por allá en mayo cuando los títulos se deciden y los banquillos son claves.
Por ahora, el Madrid no se mueve y el Barcelona no encuentra delantero, pero las semanas que quedan pueden deparar algunas sorpresas que dejarán a más de un con la boca abierta.
15 Lunes | 9:48 am
Manuel Vargas/@MA_Vargas7
Arrancó el campeonato en Inglaterra y aunque ya por si solo tiene un marcado interés existe esta temporada una causa más por la que será interesante de ver y analizar.
José Mourinho y Josep Guardiola se volverán a ver las caras en el mismo torneo una vez más y con un ingrediente extra. Dos de los técnicos más ganadores de los últimos años, que protagonizaron batallas épicas en España, ahora convivirán en la ciudad de Manchester; uno entrenando al Manchester United (Mourinho) y el otro al Manchester City (Guardiola).
El portugués regresa a la élite luego de su infortunada temporada con el Chelsea, del que tuvo que salir a mitad de año. Con los “Diablos rojos” tratará de seguir aumentando su leyenda y con eso devolver al equipo a su sitial de honor.
Por ahora, ha armado un equipo lleno de calidad, con juventud (Rashford, Pogba, Bailly) y experiencia (Rooney, Ibrahimovic, Carrick) bien combinada, para mi posee una plantilla muy potente y que la convierte en la máxima candidata al título liguero.
Guardiola llegó a la Premier en busca de un reto y es que habiendo ganado todo con el Barcelona y casi todo con el Bayern, viene a Inglaterra a reafirmar que es un grande.
Con el City tiene un equipo bien blindado en todas sus líneas, además con incorporaciones claves como las de Stones en el centro de la zaga, Gündogan, en la mitad, y Nolito, en la delantera, posee un conjunto capaz de luchar en las cuatro competiciones que enfrentará esta campaña.
La temporada empezó y el luso arrancó un poco mejor ante el Bournemouth (1-3), dejando buenas sensaciones y confirmando lo bueno que se pudo ver en la Community Shield ante el Leicester City. Sin contar todavía con Pogba, demostró seguridad defensiva y contundencia en ataque; mientras que el catalán tuvo un estreno más timorato contra el Sunderland (2-1), gozando de una gran posesión sin la mordiente suficiente, pero aprovechando un penal y un gol en contra para quedarse con los tres puntos.
Mourinho (para mí el mejor del mundo) tiene la ventaja de jugar en un campeonato que conoce, aunque Guardiola (sin duda uno de los mejores) tiene un currículo envidiable, pienso que el portugués parte unos metros adelante. Sin embargo, ambos acabarán hablando en la cancha, o mejor dicho desde sus pizarras, para probar la supremacía en su ciudad y en la Premier League.
8 Viernes | 1:07 pm
Manuel Vargas | @MA_Vargas7
En un marco irrepetible, con la Torre Eiffel de fondo, Cristiano Ronaldo fue coronado por quinta vez como el mejor futbolista en la faz de la tierra, estatus que otorga recibir el Balón de Oro.
France Football no escatimó en esta ocasión y entregó el galardón dorado al portugués en un lugar inolvidable, tal como lo es la gesta que consiguió este fenómeno nacido en Madeira hace 32 años y que deja en evidencia a muchos que lo menosprecian utilizando a Lionel Messi como punto de comparación.
Esconder los logros de Cristiano es sencillamente de tontos o de los que no entienden nada de este deporte. Catalogarlo solo como “un goleador” o un “simple atleta”, es esconder todas las cualidades de un jugador cuyo mayor atributo es sus ganas imparables de luchar.
Hace cinco años Messi ganaba su cuarto Balón de Oro y dejaba la cuenta 4-1; en ese momento muchos hubieran bajado los brazos y dicho “ya está, no hay comparación. Esta es la era de Messi”, pero el crack luso no. Desde que nació está luchando y este no sería el caso en el que se rindiera. Mucho ha llovido desde entonces, ahora la cuenta ya está igualada (5-5) y con unas similitudes que hacen ver hasta al más ciego que esta es “La era de Messi y Cristiano Ronaldo”.
Porque sí, Messi es un genio de este deporte. Un talento natural que transforma lo imposible en lo más fácil; la eficacia la convierte en algo cotidiano; y hace de lo sencillo lo más bello. Sin embargo, Cristiano también tiene un talento natural: es un genio del trabajo. Cada día se prepara para ser mejor que el anterior y romper todos los récords, propios y en posesión de otros.
Renegar de su talento y tratar de clasificarlo en cosas menores no tiene sentido y solo responde a la envidia, ignorancia o simple desconocimiento del deporte en general. Porque así una persona tenga un talento similar y se empeñe en trabajar parecido al portugués, jamás alcanzaría ni de cerca todas sus marcas. Esa capacidad es solo una virtud que posee él.
Su afán de perfección lo ha empecinado en entrar de lleno en la historia del deporte más hermoso que existe y con mucha razón se puede afirmar que lo ha logrado. Mourinho dijo palabras para el medio francés que son claves: que Ronaldo está al nivel de Maradona, Pelé, Messi, Best o Eusébio, porque con sus logros se ha hecho inolvidable.
"Mis hijos nunca vieron jugar a Pelé, pero saben quién es. En 40 años, los chavales sabrán quién es Cristiano. Él y los que he citado serán parte de la historia para siempre. Son inclasificables", dijo Mou.
CR7 ha mezclado su talento futbolístico con su habilidad de trabajo para ser un jugador total y el más completo, por lo menos que mis ojos han visto. La lucha entre los dos monstruos tiene tintes de que se extenderá por algunos años más, pero lo que si es cierto es que Cristiano ya es una leyenda del fútbol y que sigue demostrando que no se rendirá nunca en continuar dejando su nombre grabado en lo más alto.
25 Jueves | 4:09 pm
Manuel Vargas/ @MA_Vargas7
Cristiano Ronaldo lo hizo una vez más. El portugués no se cansa de ganar y esto no solo en títulos colectivos, también lo aplica en lo individual; porque para eso se ha forjado toda su vida, para ser un ganador.
Ahora ha sumado el Premio UEFA al Mejor Jugador en Europa y aunque haya voces que se alzan en su contra, el galardón está muy bien ganado.
No hay dudas de que este ha sido un año espectacular para el portugués, que mientras muchos lo quieren dar por acabado el entra a la cancha y continúa cerrando bocas a punta de goles. Es que la regularidad del portugués es lo que lo mantiene año a año luchando por todos los títulos.
Los hitos de Cristiano son incuestionables y hasta el más acérrimo detractor debe admíralos y entender que no suceden por magia, bolas calientes, o rivales fáciles; son obra del talento y del más puro y arduo trabajo.
Para empezar el futbolista luso ganó la Champions League con el Real Madrid, implantando un nuevo récord goleador en fase de grupos (11 goles) y quedando a solo un tanto de su propio récord en una edición de Champions, al anotar 16 dianas (la marca es de 17). Además siendo vital en la remontada ante el Wolfsburgo en cuartos de final y marcando el último penal de la tanda frente al Atlético Madrid en al final para así levantar “La Undécima”.
La hazaña se multiplicó en la Eurocopa. Ciertamente CR7 no tuvo un torneo descomunal, pero a los grandes no se les cuestiona porque cuando los necesitas aparecen y Cristiano lo hizo. Con Portugal casi eliminado él se montó el equipo al hombro en el último partido de la fase de grupos ante Hungría y con dos goles (uno espectacular de taquito) y una asistencia metió al equipo en octavos; ya en semifinales se encargó de marcar un tanto de cabeza y asistir a Nani para poner a Portugal en la final. En el último partido una dura entrada de Payet lo apartó del juego, pero con gallardía se mantuvo en la banda, haciendo de director técnico, ayudando como pudo para que los lusos conquistaran un trofeo que no tenían. Tras un gol de Eder y el pitido final fue el mismo Cristiano quien alzo la Copa al cielo francés.
Además de esos dos títulos el portugués sumó su sexta campaña consecutiva marcando más de 50 goles en total; se convirtió en el máximo goleador en la historia del Real Madrid; sigue comandando la tabla de goleadores histórica de la Champions League (96 goles). Con Portugal también superó marcas: se convirtió en el portugués con más partidos con su selección; es el jugador con más partidos en las fases finales de la Eurocopa (17); además el único en marcar en cuatro fases finales del torneo europeo; e igualó al Michel Platini como el máximo goleador en fase final de Eurocopa (7 goles) y el que más tiene sumando la fase de clasificación (26 goles); y lo mejor es que formó parte del equipo que le dio su primer título a Portugal.
No hay dudas de que el premio está más que merecido. En el podio faltaría Luis Suárez, máximo artífice del Barcelona, pero la Champions y la Eurocopa pesaron más. El premio confirma que el título del mejor jugador de Europa está en buenas manos y no son otras que las de Cristiano Ronaldo.
15 Lunes | 9:48 am
Manuel Vargas/@MA_Vargas7
Arrancó el campeonato en Inglaterra y aunque ya por si solo tiene un marcado interés existe esta temporada una causa más por la que será interesante de ver y analizar.
José Mourinho y Josep Guardiola se volverán a ver las caras en el mismo torneo una vez más y con un ingrediente extra. Dos de los técnicos más ganadores de los últimos años, que protagonizaron batallas épicas en España, ahora convivirán en la ciudad de Manchester; uno entrenando al Manchester United (Mourinho) y el otro al Manchester City (Guardiola).
El portugués regresa a la élite luego de su infortunada temporada con el Chelsea, del que tuvo que salir a mitad de año. Con los “Diablos rojos” tratará de seguir aumentando su leyenda y con eso devolver al equipo a su sitial de honor.
Por ahora, ha armado un equipo lleno de calidad, con juventud (Rashford, Pogba, Bailly) y experiencia (Rooney, Ibrahimovic, Carrick) bien combinada, para mi posee una plantilla muy potente y que la convierte en la máxima candidata al título liguero.
Guardiola llegó a la Premier en busca de un reto y es que habiendo ganado todo con el Barcelona y casi todo con el Bayern, viene a Inglaterra a reafirmar que es un grande.
Con el City tiene un equipo bien blindado en todas sus líneas, además con incorporaciones claves como las de Stones en el centro de la zaga, Gündogan, en la mitad, y Nolito, en la delantera, posee un conjunto capaz de luchar en las cuatro competiciones que enfrentará esta campaña.
La temporada empezó y el luso arrancó un poco mejor ante el Bournemouth (1-3), dejando buenas sensaciones y confirmando lo bueno que se pudo ver en la Community Shield ante el Leicester City. Sin contar todavía con Pogba, demostró seguridad defensiva y contundencia en ataque; mientras que el catalán tuvo un estreno más timorato contra el Sunderland (2-1), gozando de una gran posesión sin la mordiente suficiente, pero aprovechando un penal y un gol en contra para quedarse con los tres puntos.
El primer duelo entre ambos será en Old Trafford, el próximo 10 de septiembre, en la que será la cuarta jornada de la liga.
Mourinho (para mí el mejor del mundo) tiene la ventaja de jugar en un campeonato que conoce, aunque Guardiola (sin duda uno de los mejores) tiene un currículo envidiable, pienso que el portugués parte unos metros adelante. Sin embargo, ambos acabarán hablando en la cancha, o mejor dicho desde sus pizarras, para probar la supremacía en su ciudad y en la Premier League.
5 Lunes | 1:44 pm
Manuel Vargas | @MA_Vargas7
“Historia que tú hiciste, historia por hacer…”, así comienza el himno de la “Décima”, que ya lo es de la “Undécima” y que se extiende ahora a la “Duodécima” Champions League de la historia del Real Madrid. Se puede decir que con esa frase se crea un círculo interminable y hay una palabra clave: historia; porque muchos se han encargado con el tiempo menospreciarla pero el Madrid sin inmutarse solo ha aguantado y aguantado, para contestar haciendo lo que más sabe hacer, que no es otra cosa que ganar.
Por un tiempo tuvo que soportar que degradaran sus títulos diciendo que si Franco, que si los árbitros, que solo ganaban “en la época de blanco y negro”, que es la era de tal o cual equipo. Sin embargo, aguantó allí jugando y ganando. Resurgió para ganar algunas copas, pero la verdadera magia está en la Champions.
Allí llegó a siete semifinales seguidas (récord), de ellas avanzó a tres finales y las ganó todas. Los merengues se han convertido en el equipo que más copas ha ganado en la “era a color”, con seis (1998, 2000, 2002, 2014, 2016 y 2017), y eso se le suma que también es que más ha ganado en lo que va de siglo (cinco Champions) cuando decían que eran otros equipos los que dominaban el fútbol mundial. Además, es el primero que consigue levantar el trofeo dos años seguidos, algo único que no había sucedido desde que en 1992 se cambió a este formato.
Sus victorias eran reducídas porque remontaban con un gol imposible en el 93 o pasaban por un camino supuestamente “más cómodo” que otros y ganaban después en penales, todo era siempre por suerte. Pero centrémonos en esta Champions: superó a Nápoles, el equipo que en Italia comparaban su juego con el Barcelona; superó al Bayern Múnich; mega campeón en Alemania y favorito supremo para llevarse la Champions; acabó con el Atlético, un equipo extremadamente duro de tumbar; y finalmente superó a la Juventus, una escuadra que solo le habían hecho 3 goles en 12 partido, pero al que el Madrid logró hacerle 4 tantos en uno solo. Los merengues ganan de todas las formas posibles y se imponen ante todos los pretextos que le coloquen.
El Real Madrid es la Champions y la Champions es el Real Madrid. Esa competición que ayudó a fundar es la que lo ha impulsado y convertido en el mejor equipo del mundo y de la historia. Su leyenda se fundamenta allí y lo que intenta hacer es honrarla temporada tras temporada. Muchos recriminaban un abandono, o mencionan excusas para decir que ganan sin merecerlo, pero ahora aparecen hasta para ganarla dos veces seguidas.
Incluso su magia llega hasta ahí, porque si alguien podía romper esa maldición de ganar en años consecutivos era el Madrid y lo ha logrado. Es difícil de explicar, pero es que es ese misticismo, esa aura de leyenda que lo envuelve con este torneo, lo que lo hace especial.
Sencillamente el Real Madrid es magia pura, logra cosas que otros solo pueden soñar. Por eso tiene 12 Copas de Europa, por eso tiene 33 Ligas; gana Copas del Rey (19), Mundiales de Clubes (3), Supercopas de Europa (3) y de España (9), entre muchas copas más. Guste o no es el equipo de fútbol más importante de la historia. No soy tan osado para calificar que estamos en una “era del Real Madrid”, porque el fútbol es muy cambiante y si hoy estás arriba, mañana puedes ver las cosas desde abajo; pero todo eso especial que lo envuelve lo mantendrá allí arriba peleando siempre por cosas importantes.
Ciertamente dominó hace mucho y desde aquellos años forjó su famosa leyenda, que lo hace dominar el fútbol actual. En la actualidad se puede decir con certeza una premisa: que los blancos fueron el mejor equipo de historia en la época de “blanco y negro” y ahora también lo son en la época a color. “Historia que tú hiciste, historia por hacer…”
7 Lunes | 12:39 pm
Para los madridistas la noticia más importante del fin de semana fue, sin duda alguna, una nueva victoria que los mantiene en la punta del campeonato una jornada más, pero también hubo otra que por menor no puede pasar desapercibida: la irrupción de Fede Valverde.
Resulta que todo el verano Zinedine Zidane luchó, lloró, pidió y rezó para que Pogba se vistiera de blanco, pero un Manchester United duro de romper negó cualquier posibilidad; sin embargo, parece que ya había un ‘Pogba’ en el Madrid y nadie lo sabía. Y es que Valverde se ha encumbrado de una forma espectacular tras el Derbi y, más aún, después de su partidazo ante el Granada.
Todo lo que el francés esperaba de su compatriota lo está obteniendo del joven uruguayo, que irrumpió cuando otros estaban pendiente de otras joyas. No se sabe aún si puede ser pivote, interior o un clásico ‘box to box’, pero el charrúa ahora luce como si pudiera ser todo eso y, tal como él mismo dijo, “puede ser más”.
Ante el Granada quitó más balones que cualquier centrocampista, se dio a la tarea de atacar y hacer pases con peligro, corrió sin descanso de área a área y de sus anticipaciones nacieron dos de los goles merengues. Fue el pulmón del equipo y estuvo en un estado tan pletórico que si le pedían correr a un maratón y además asistir a cualquiera que desfalleciera en él, lo hubiera corrido y después sanado a todos los heridos que se lo pidieran.
Valverde se deshizo de cualquier atisbo de timidez y mostró porque Lopetegui pidió que se quedará, porque Solari lo utilizaba tanto y ahora porque Zidane está prendado con sus prestaciones. Está en su mejor oportunidad para refrendar que no solo tiene cabida en el Madrid, sino también que es ese jugador que puede dar el equilibrio que tanto se anhela. En un mediocampo tan mermado como el que tienen los blancos, el uruguayo le cae como anillo al dedo a un Zidane que a fin de cuentas parece que su obtuvo al ‘Pogba’ con el que tanto soñaba.
6 Lunes | 9:30 am
Partamos de la premisa de Karim Benzema es un crack, con todo lo que incluye esa palabra. El francés goza de unas habilidades que lo han impulsado en el mundo del fútbol desde que era un adolescente; su capacidad para marcar, como delantero que es, se combina con una calidad en su juego que lo hacen un jugador superior, pero a esas cualidades se le une la habilidad de desconectarse por varios juegos.
Benzema lleva ocho años con el Real Madrid teniendo la responsabilidad de ser el delantero centro del cuadro blanco. Primero compartió tareas con Gonzalo Higuaín, pero Florentino Pérez le quitó de encima la competencia luego de cuatro años (2013) y con todo y eso su potencial goleador no ha terminado de explotar.
Un delantero centro exitoso, hablando de un conjunto élite, se dice que debe marcar al menos 30 goles por temporada, de los cuales al menos 25 deben ser en el campeonato doméstico, esto es hablar de un promedio bueno. El 9 actual del Real Madrid solo ha llegado a esos números en una campaña, la 2011-2012 en la que marcó 32 tantos, con 21 goles en Liga, cuatro en Copa del Rey y 7 en Champions League.
Sin embargo, su mejor temporada en promedio goleador fue la pasada (2015-2016) con un 0,80 por partido; traducido en 24 goles en Liga y 4 en Liga de Campeones, para un total de 28 goles en 36 partidos. El resto de los años del francés en el club merengue han dejado mucho que desear en el aspecto goleador. Pero su habilidad para desesperar a todo el madridismo radica en eso: en que es capaz de jugar partidos al nivel de Balón de Oro y luego desaparecer en los próximos cinco encuentros.
Esa es la cuestión con el galo y para no ir tan lejos está el ejemplo del Nápoles. Contra los italianos Benzema anotó un gol, pero se movió por el frente de ataque, ayudó en el marcaje y combinó bien con sus compañeros. Un partido redondo, de 20 puntos. Pero luego se dieron cuatro choques y en ninguno se vio esa versión de Karim, hasta el quinto contra el Éibar.
Allí se necesitaba al mejor Benzema, porque ni Cristiano Ronaldo ni Gareth Bale estaban, además de que Zinedine Zidane decidió rotar, por lo que la referencia en ataque debía ser él y cumplió con creces. El Madrid ganó 1-4 y en los cuatro goles él tuvo injerencia, marcando dos de ellos. Ese es el Benzema que se espera, porque esa es la calidad que se sabe tiene el de Lyon.

No se espera que un jugador sea una máquina perfecta, es decir que te haga dos goles por encuentro, eso no existe (salvo Cristaino o Messi), pero al menos que juegue de forma más regular. Al realizar partidos espectaculares seguidos de sus habituales desconexiones es lo que ha molestado al madridismo durante estos ocho años.
Sigo pensando que el 9 del Madrid debe hacer goles y en ese sentido Álvaro Morata está en un mejor nivel, porque un equipo no puede vivir del pasado y para ganar puntos se necesitan goles y Benzema no los tiene, al menos por ahora.
Claro ejemplo es que Bale estuvo más de dos meses lesionado (casi tres porque fueron 88 días) ahora los dos tienen 7 goles en Liga. En el campeonato español, Morara acumula casi 500 minutos menos en cancha tiene un gol más que él (8 tantos); Sergio Ramos, que es central, e Isco, que ha visto pocos minutos, ambos tienen un gol menos (6 dianas). Zidane hace caso omiso a los números y sigue empeñado en que su compatriota sea el titular.

La temporada llega a una etapa cumbre y al faltar algunas estrellas Benzema demostró que puede llevar al equipo en sus hombros. Ese es el Karim que todos esperan, al que nadie cuestionaría y con una calidad de Balón de Oro.
No se trata de que sea un “9 puro”, un “9 con alma de 10”, un “9 y medio” o como quieran; o que haga asistencias cuando no marque o que se asocie bien con Cristiano. Yo espero de Benzema que pueda jugar varios partidos de 20 puntos (Nápoles y Éibar), pero que cuando no lo haga juegue al menos 16 o 17 puntos porque si lo hace no habrá queja alguna.
Para mi Morata debe ser titular ahora, principalmente porque está enchufado, pero si Benzema encadenara partidos así más seguido nadie cuestionaría su titularidad y no se pondría ninguna pega a la decisión de Zidane. El galo tiene la calidad para ser el nueve del Madrid, de eso no hay duda porque lo he visto con mis ojos estos años, solo falta que él mismo lo demuestre con regularidad, no a ratos, callando las críticas y luciendo con orgullo el 9 en su espalda.